La malignidad del malo (Parte II)
La malignidad del malo (Parte II)
Por Laura Domínguez Canseco*
Sé que suena fuerte, sé que es escandaloso, pero hablar del cáncer y estudiarlo es apasionante, más allá de eso entender sus procesos creo que para todos es muy sano. En el
capítulo anterior hablamos
de qué
es y cómo funciona, además enfatizamos sobre la naturaleza de este
conjunto de enfermedades. En esta ocasión el tema central será desmenuzar esos términos que resultan ajenos al conocimiento
popular sobre la malignidad de los tumores cancerígenos y por qué es tan malo el cáncer por lo que la pregunta es ¿todos los tumores cancerígenos son igualmente malignos?
La malignidad del cáncer es variable y depende de la agresividad de
sus células y de las
características biológicas de cada tipo tumoral. Las diferencias entre
tumores benignos y malignos consisten en que los primeros son de crecimiento
lento, no se propagan a otros tejidos y rara vez se vuelven a formar tras ser
extirpados, mientras que los segundos son de crecimiento rápido, se propagan a otros tejidos, reaparecen con
frecuencia tras ser extirpados y provocan la muerte en un
periodo variable de tiempo, si no se realiza tratamiento.
periodo variable de tiempo, si no se realiza tratamiento.
Foto: Internet |
El proceso por el cual se produce el cáncer es causado por anormalidades en el material
genético de las células. Estas anormalidades pueden ser provocadas
por distintos agentes carcinógenos, como la
radiación ionizante,
ultravioleta, productos químicos procedentes
de la industria, del humo del tabaco y de la contaminación en general, o de agentes infecciosos como el
virus del papiloma humano o el virus de la hepatitis B. Otras anormalidades genéticas cancerígenas son adquiridas durante la replicación normal del ADN, al no corregirse los errores
que se producen durante dicho proceso, o bien son heredadas y, por
consiguiente, se presentan en todas las células desde el nacimiento y originan mayor
probabilidad de que se presente la enfermedad. Existen complejas interacciones
entre el material genético y los carcinógenos, un motivo por el que algunos individuos
desarrollan cáncer después de la exposición a carcinógenos y otros no. Nuevos aspectos de la genética del cáncer, están siendo estudiados como importantes factores a
tener en cuenta por su implicación.
Existen genes que son más susceptibles a sufrir mutaciones que
desencadenen cáncer. Esos genes,
cuando están en su estado
normal, se llaman protooncogenes, y cuando están mutados se llaman oncogenes. Lo que esos genes
codifican suelen ser receptores de factores de crecimiento, de manera que la
mutación genética hace que los receptores producidos estén permanentemente activados, o bien codifican los
factores de crecimiento en sí, y la mutación puede hacer que se produzcan factores de
crecimiento en exceso y sin control.
El cáncer se clasifica según el tejido a partir del cual las células cancerosas se originan. El diagnóstico está, en gran medida, influenciado por el tipo de
tumor y la extensión de la enfermedad.
Frecuentemente, en estados iniciales, los síntomas pueden ser interpretados como procedentes
de otras patologías. Aunque las
primeras manifestaciones de la enfermedad provienen de síntomas, análisis de sangre o radiografías, el diagnóstico definitivo requiere un examen histológico con microscopio. La clasificación histológica tras la biopsia de la lesión, sirve para determinar el tratamiento más adecuado.
La gradación es un sistema que se emplea para clasificar las
células cancerosas en
cuanto a su diferencia de las células normales observadas al microscopio. El grado histológico, también llamado diferenciación, se refiere a la semejanza que tengan las células del tumor con las células normales del mismo tipo de tejido. Las células bien diferenciadas o de grado 1 se parecen
a las células normales, por
ello tienden a multiplicarse lentamente y el cáncer es menos agresivo, por contra las células indiferenciadas o de grado 4, tienden a
multiplicarse y extenderse con más rapidez, por lo que se encuentran en cánceres que se comportan con más agresividad.
Grado: GX No es posible asignar un grado
(Grado indeterminado).
G1 Bien diferenciado (Grado bajo).
G2 Moderadamente diferenciado (Grado
intermedio).
G3 Mal diferenciado (Grado alto).
G4 Indiferenciado (Grado alto).
La estadificación se utiliza para describir la gravedad del cáncer basándose en la extensión del tumor original y si el cáncer se ha diseminado en el cuerpo. El sistema más empleado es el TNM (Tumor, Node (nódulo, ganglio) y Metástasis) que valora la enfermedad local (tamaño tumoral), regional (número de ganglios afectados) y diseminación a distancia (presencia de metástasis).
Una vez identificados el grado y el
estado del tumor, lo que sigue es definir qué tratamiento debe emplearse. El tratamiento del cáncer se fundamenta en tres pilares: cirugía, quimioterapia y radioterapia. Otras posibilidades
de tratamiento incluyen la hormonoterapia, inmunoterapia, nuevas dianas terapéuticas no citotóxicas y el trasplante de médula.
Para concluir, lo mejor es prevenir,
hacer revisiones periódicas para
identificar cualquier mal en estados primarios de desarrollo y por supuesto una
alimentación saludable es
vital así
como nuestra actitud positiva ante la
vida. Recuerde que el cáncer es curable si
se detecta a tiempo.
Si desea conocer más sobre el cáncer dejo un par de ligas que pueden ser de su
interés.
*Bióloga y profesor-investigador en la BUAP.
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