lunes, julio 21, 2008


La Verdadera Verdá se publica los martes en el diario Síntesis de Puebla. sección región. 072108
foto: Kino. detalle. en el aniversario XX del Museo Nacional de los Ferrocarriles.



La Verdadera Verdá
El arte inculto… o el gusto estético
Joaquín Ríos Martínez*


El lector avezado podría decir que por definición el arte no puede ser inculto, sin embargo en una de esas disertaciones entre camaradas frente a incontables vodkas, este fin de semana concluí que no sólo el arte, también el ser humano puede llegar a ser un individuo inculto inducido por determinadas situaciones. Nadie fuera de la cultura pero si ignaro de ella.
Me explico. El arte, la cultura, el gusto, la estética, el consumo, la educación y las manifestaciones artísticas son cambiantes permanentemente y, muchas de esas veces por determinantes que están fuera de nuestro control. Por ejemplo los gustos, las modas y el consumo del arte están ampliamente definidos por los emporios de la economía global que dicta tendencias y manipula la singularidad del ser.
La cultura, en aquella gran acepción de que lo es todo, va por delante de cualquier gusto y manifestación artística, y el orden que guarda la estética romana con la del siglo XVIII y ahora con la del siglo XXI obedece a una operación matemática, el instante que recorre el tiempo hasta llegar al límite, y así ad infinitud de su propio lugar y dimensión.
Las sociedades más cercanas en tiempo a la nuestra, han vivido de una u otra manera el caos y la pérdida de valores finitos que se inculcaron por siglos bajo una restricción religiosa, los valores estéticos ligados a los morales han buscado nuevos paradigmas y estos a su vez han influenciado el trabajo creativo, ya que éste siempre busca adecuarse a la realidad en la que se circunscribe.
Cuando la cultura y algunas manifestaciones que están en ella cambian rápidamente como los modismos del idioma, los códigos urbanos, los moldes a seguir, los símbolos y los valores, no hay espacio ni tiempo al que el artista emergente se sienta identificado, acaso una impresión influyente. En ese momento el mismo creador puede dudar de lo que está haciendo conceptualmente, ya que los criterios fundamentales se deslizan por estructuras alejadas a su idiosincrasia.


Deconstrucción del shock
El artista emergente se arropa cada vez más ignorante a su nicho, sus referentes cibernéticos lo llevan a la deconstrucción virtual para amoldarse a la copia, alguna con 40 años de retrazo, el público cautivo del arte actual se paraliza descalificando en un shock las “nuevas propuestas” sin futurismo, ni alternativa.
Las tendencias al arte digital, cibernético y virtual requieren de nuevas formas de interpretación, decodificación y apropiación. El arte actual incluido el performance (improvisación) y el arte acción (conceptual) se acoplan a los ritmos que sus herramientas proporcionan, todos ellos se mantienen como Obras abiertas (Umberto Eco) y al no sujetarse al espacio/tiempo, ni a la realidad, sus interacciones apelan al registro sensorial del espectador y a su bagaje.
Incluso el concepto de público se convierte en una percepción singular que va más allá, al combinar –el arte global- imágenes, estímulos sonoros, ambientales y metatextuales. Podemos decir que hoy el arte está, incluso, llamando a nuevas categorías de apreciación estética, de carga semántica y de actualización en creación visual digital.
“A la paulatina disolución de referencias, al vacío de hiperindividualismo, responde una radicalidad sin contenido de los comportamientos y representaciones, una subida a los extremos en los signos y hábitos de lo cotidiano, -según Gilles Lipovetsky-; vivimos el tiempo de los efectos especiales, el aumento y la amplificación del vacío”.

Concepto simbólico
Hasta finales de los años noventa del siglo pasado -según el libro Arte Digital de Adriana Zapett- no se había podido determinar la distancia para marcar las características de las técnicas y estéticas en la era digital. Y agrega que los creadores de arte digital programan sus obras desde el concepto simbólico, esto es estética conceptual, de la técnica al proceso.
Captamos la realidad –dice la investigadora en su texto- a través de la ida que nos hemos construido de ella, mientras lo virtual pertenece a la abstracción de la abstracción de lo real: otro camino hacia lo inefable. En la medida en que el pensamiento se torna más complejo, se aleja de los referentes y pasa al nivel de las paradojas.
En el libro más reciente de Ricardo Peter Una visión humana de lo humano, el autor menciona que la interpretación no surge necesariamente desde un pensamiento razonable, lógico, justificado, sino desde nuestra concreta y personal biografía, desde nuestros supuestos ideológicos y culturales.
Por todo ello es creíble decir que el arte puede ser inculto. Que el arte puede permanecer aislado, secuestrado por la propia ignorancia del creador. Si el músico de vanguardia ha podido trascender con ruidos (no peyorativo) supliendo acordes, es porque el escucha se ha adecuado de manera contingente al sonido de las ciudades industrializadas.
Muchas manifestaciones del arte actual atraviesan el caos, eluden la comunicación frontal y construyen una nueva realidad que la educación no ha sido capaz de alcanzar. El cine de arte, la fotografía, el grabado, la pintura, escultura, o literatura se mantienen con nuevos valores, por consiguiente con renovados significados. Y no porque el arte no esté incluido en nuestra cultura, sino porque somos ignorantes de él, de las sensaciones que provoca, de la abstracción y de la crítica que con él subyace.


*Comunicólogo diplomado en Administración de las Artes, y en Gestión Cultural. Comentarios a:
cuestionarte@hotmail.com; http://artemetzcalli.blogspot.com Este y los textos anteriores más extensos en: http://achtli05.blogspot.com; www.criticarte.com