martes, mayo 27, 2008

foto: Kino. Daisuke Yoshimoto. danza Butoh
"El barro es un furor de bocas, letra repetida/para convivir en el barbecho;/memorizan la sabiduría de substancias ferrosas/y se hacen más duros los adobes/al brillar aquellos metales óseos de la paja./Manos heredadas que saben hacerlo".

Gilberto Castellanos. Semilla de barro. Fomento editorial UAP, 2003.



La Verdadera Verdá
Enroques… o palos de ciego
Joaquín Ríos Martínez*

Felicidades a Laura Arellano Zazueta

Cercado y sin presupuesto el espacio de la subsecretaría de cultura cambió de inquilino. El amor al arte, tan enraizado en nuestra generación, no existe hace mucho y dio paso al proceso neoliberal primero, ahora global, de las artes y la educación. Sale Ramos Brito de la dependencia encabezada por Montiel Bonilla y entra Miguel Campos Ramos.
El primero, pintor de trayectoria, expositor en la Bienal de Venecia, maestro de generaciones en la UDLA, quien llegó a la secretaría a invitación de Palou, para hacerse cargo de la subdirección de Artes plásticas y visuales, y de la Galería de Arte Contemporáneo, de donde no debió salir.
La subsecretaría –sin proponérselo- se convirtió en el espacio disidente de pensamiento, donde el arte seguía siendo prioridad y no los madrazos bajo la mesa. Con el acoso se esfumaron las grietas por donde la iluminación mostraba lo más sensible del ser humano, la creación artística.
Desaparecieron las posibilidades de apreciar el arte contemporáneo y llegaron las manifestaciones del mundo kitch. Le quitaron a Ramos Brito, hace tiempo, la posibilidad de seguir organizando exhibiciones de calidad. Se restringieron todos los presupuestos hasta –prácticamente- abandonar la Galería, espacio con un público amplio.
Para Gerardo, el tiempo es otra vez de reflexión, tiempo de mutaciones y de escribir su obra con base en los colores, sobre el lienzo, a la antigüita. Tiempo de explotar esa nueva paleta de colores, que me consta descubrió en estos años.
Por otro lado Miguel Campos Ramos tiene una trayectoria importante en la promoción a la lectura y a la escritura. Identificado ampliamente con el equipo de Marín, y no necesariamente con el del titular, llega avalado y con torta bajo el brazo. Unos dicen que habrá un control más férreo en la comunicación y censura. Otros, que habrá un desarrollo en el tamiz social.
Lo cierto es que Miguel Campos, creador del libro “El poder de la palabra” ha engarzado una red de alianzas institucionales y privadas que seguramente servirán para echar a andar nuevamente lo que el gobierno ha desestimado.
¿!!!Durá Durá a la subdirección de Artes visuales y Escénicas¡¡¡¡? Otro cambio. La Verdadera Verdá lo único que sabe es que Alejandro Montiel tiene empeñada la palabra en cuanto a la formación de cuadros institucionales. Si esto es una charada, que la historia se lo demande y, que la sociedad en su conjunto se la miente hasta que sus orejas sangren.
P.D.
¿Intolerancia, incomprensión, homofobia, desinformación, displicencia, censura, miedo, estupidez, estrechez, pendejez? ¿O qué pasó el sábado 17 de mayo en la Plaza Mayor (mal llamado Zócalo) de Puebla? Los enanos de Blanca Nieves tendrán que responder.


*Comunicólogo diplomado en Administración de las Artes, y en Gestión Cultural. Comentarios a: cuestionarte@hotmail.com; http://artemetzcalli.blogspot.com Este y los textos anteriores más extensos en: http://achtli05.blogspot.com; www.criticarte.com