miércoles, septiembre 19, 2007

La personalidad al arte… o la teatrofília de un individuo
Joaquín Ríos Martínez*

A Marko Castillo lo conocí un septiembre de 1992 mientras se preparaba el montaje de un monólogo, que él actuaría referente al mito de un fantasma de la vieja casona de la 8 oriente 401, lugar que era la sede del grupo A tras…luz, de Guillermo Cabello. Marko murió el pasado jueves 2 de agosto a las 11:50 de la noche y lo seguiré viendo siempre como un ser humano cálido, de gusto por la palabra y el rompimiento de esquemas. Apapachador o exageradamente estricto.
Tuvimos largas entrevistas que se convertían en pláticas de café acerca del teatro y del arte en Puebla, del que fue un crítico contumaz y en lo que cabe objetivo. Su voz grave muchas veces era quebrada para no impactar porque su corazón de adulto intuía la personalidad arrolladora. Para él no era No y… no mamadas (vaya juego de palabras).
El miércoles primero de mes y como él mismo estipularía De acá de este lado se estrenó además con la respuesta del público esperada, el teatro lleno y muchos, muchos de sus amigos presentes, compañeros de teatro, danza, pintura, escultura, fotografía, literatura o funcionarios, unos decorando, otros, como niños chiquitos, bajando de su silla a un amigo para poder estar en el palco de primera fila. Aplaudimos una y otra vez el montaje, al director, actor y dramaturgo ausente y al crítico Fernando de Ita.
Marko Castillo se merecía ese homenaje (que en realidad no le era), ese video, ese sentido y lúcido discurso de Fernando de Ita, eso y más. Marko murió rodeado por los aplausos que desde allí se le enviaron a petición del crítico. Muchas lágrimas asomaron en más rostros, la intuición recorría palcos y pasillos aunque la mayoría no sospechaba su enfermedad.


… y de aquel lado
El cuarto integrante de la comunidad se retiraría horas más tarde en busca de nuevas propuestas para llamar nuestra atención sobre situaciones de la vida, sencillas e irónicas, profundas y contundentes.
La mirada de Marko sobre el escenario era en cuatro dimensiones bajo el reflector cenital, y estaba tan seguro de su trabajo que una vez, regresando él del festival de Teatro de Avignon, Francia, me dijo literalmente: “aunque suene muy atarantado de mi parte te digo que lo que estoy haciendo con mi grupo Teatrofilia se da sus quien vives con cualquiera del mundo”.
Tres años atrás, mientras se diseñaba el proyecto del Primer Festival de Teatro Héctor Azar me confió, en Puebla estamos muy encerrados, necesitamos crecer y salir, todavía hacemos teatro amateur. En ese momento Marko ya rebasaba los 30 años de hacer teatro y de formar grupos siempre propositivos rayando en lo marginal.
¿Como podemos llamarnos profesionales si no subsistimos de nuestro trabajo artístico?, me preguntaba. Si decimos teatro independiente es sinónimo de pranganes y no es cierto, el teatro alternativo y sus espacios deben llevarte a la experimentación, eso es lo delicioso, casi gritaba con su articulación bien educada.


De la hemeroteca
En una larga entrevista que le realicé y publicada en estas páginas el lunes 18 de octubre de 2004 dice: “Puebla es un semillero de actores de teatro… necesitamos gente preparada para poder actuar todo tipo de pieza, pero a veces los muy jovencitos quieren apartarse de la crítica; y cómo carajos avanzan sin comentarios, dice, ahora que si a mí un nalga miada no me llama para ver su obra pues no voy.”
En esa misma entrevista responde acerca de los festivales independientes y de su importancia al hacerlos dada la falla en las políticas culturales del Estado. Recordó el engaño que fue el Festival Internacional Puebla de ese año y el nulo interés por invitar a artistas locales, “…si puede andar bailando hawaiano alguien, pues mejor nuestros artistas”.
En lo referente al Festival Estatal de Teatro respondió: “Los inscritos no están haciendo permanentemente teatro, si así fuera el movimiento sería otro. Se ponen a trabajar sólo para inscribirse y ver si se ganan pinches 8 mil pesos, ¡por favoooor, por favoooor! Eso sólo te sirve para el reventón”.


P.D.
La fotografía corresponde a un desfile de Antimodas que organicé desde Metzcalli en el recinto ferial para el evento Exintex de marzo de 2001 en Puebla, participamos dentro de la pasarela “La confección de la vanguardia”, en el cual se hizo un recorrido histórico desde la fundación de Puebla hasta la época actual, por medio de vestimentas en su mayoría recicladas de una maquiladora, bajo el concepto de los artistas Beggar y Ragás, Marco y Enrique.
Cabe decir que el evento fue sorpresivo e impactante para los cientos de invitados, empresarios, diseñadores y los organizadores oficiales quienes al final enojados me llamaron a cuentas por ingenioso. Estaba hecho.


Talleres de iniciación
Si usted quiere que sus hijos entre 9 y 19 años crezcan con información acerca del arte, puede inscribirlos en los talleres de iniciación: “El arte hoy”, “El cine, aventura a través de la ventana” y “Sopa de letras” (6 a 14 años), en Metzcalli CuestiónArte, asociación civil (4 norte 1610 A. martes a viernes de 17 a 21 horas. 2 46 29 63)

Foto: KINO. Marko Castillo. Arcángel San Miguel.


*Diplomado en Administración de las Artes y en Gestión Cultural.
Comentarios a:
cuestionarte@hotmail.com; http://artemetzcalli.blogspot.com/
Este y los textos anteriores en:
http://achtli05.blogspot.com; www.criticarte.com
O en Culturista, revista de cultura y turismo de la región.