jueves, noviembre 12, 2015

Hay una cosa que es la construcción de la imagen

Hay una cosa que es la construcción de la imagen


Por: Joaquín Ríos Martínez* 


¿Ramiro qué es la imagen para ti? 
-Buena pregunta, je. Para mí la imagen sigue siendo la parte más básica, es lo que físicamente vemos. Hay una cosa que es la construcción de la imagen, pero al final de cuentas es lo que entra por los ojos y se va construyendo posteriormente en el cerebro.

¿Podría construirse al revés, primero la imaginería y después la imagen?
-Claro! Eso es parte en lo particular de la fotografía, una parte simultánea entre lo que se percibe, la vista, el cerebro y la construcción por parte del artista. Creo que ésta es la diferencia entre los que sacamos fotografías con un celular u otros dispositivos, a los fotógrafos. Esta construcción inmediatamente hace un click con la imagen que él tiene en su cabeza.

¿Cuándo un artista está creando para él o para un encargo, cómo crees que se aterriza esta conceptualización en productos finales en las diferentes disciplinas el arte?
-Mira, creo que es en dos tiempos, uno la obra creada recientemente y otro la obra para museo que normalmente es trabajo creado tiempo atrás y que responde a una temática o proyecto curatorial.

¿Cuál es la figura del curador y su finalidad?
-El curador es un investigador que al final de cuentas ofrece una visión acerca de los temas, de un creador o de varios o de una época; allí se marca una directriz y hace una selección de trabajos que vayan acorde con la línea propuesta por él o por el museo que lo contrata.

El curador como concepto tiene unos 20 años apenas, él es un investigador de la obra y el contexto histórico, ahora además tiene encargos como las relaciones públicas o la procuración de fondos o el trato con los coleccionistas. En Europa, en Francia y España específicamente se utiliza la palabra Comisario.

¿En el Museo Amparo se ha trabajado así, bajo un tema que aglutine obra?
-Qué buena pregunta. Y ahora que lo pienso no, acá normalmente hemos buscado a alguien que sea especialista en el trabajo de un artista que nos interesa, y partimos de ahí. El resto es una negociación entre el curador, el artista si es que está vivo y el museo. Un proyecto de media carrera, o un tema en particular del artista.

¿Cuál es la diferencia entre los tres museos contemporáneos que has dirigido?
-Yo arranqué en el Museo de Arte Contemporáneo hace 25 años el cual tendía al trabajo de creadores cien por ciento contemporáneos. El reto era crear un público que tuviera acceso al trabajo de los artistas actuales. En mi caso no me siento a gusto con la palabra educar y no creo que estemos educando, creo que debemos hacer más accesible el trabajo y que el arte sea integrado a su cotidiano, así como cualquier otro tipo de arte el contemporáneo puede estar en la vida diaria de todos, y en su forma de pensar, ese ha sido el reto en las tres instituciones en las que he trabajado.

Todas son instituciones diferentes. El Tamayo y ahora en Amparo, en este se manejan las líneas del arte prehispánico, el Colonial y Siglo XIX, y lo que vive con nosotros, lo actual y la importancia de conocer lo que el artista vive, piensa y realiza hoy.

¿Qué es el arte para ti y por qué acercárselo al público?
-El arte para mí es un proceso mental, con un subproducto que es la obra. Para mí la parte más importante es exponerme a formas de pensar diferentes a las de otros. Y los museos deberíamos generar un cuestionamiento en el observador, en el sentido de que hay diferentes maneras de ver el mundo, de procesarlo, de representarlo y que son valiosas una u otra forma, con valores similares a los que nosotros le damos a las cosas.

Es además una cuestión de respeto a las otras personas, en este caso a los artistas. Me preocupa que a veces en los libros de comentarios se agreda el trabajo de los artistas. Me preocupa el que se diga que el arte no sirva, que el hijo o la abuelita lo hubieran hecho mejor, que es una basura, eso es una falta de respeto.

A veces los jóvenes responden, tal vez como mecanismos de defensa, porque no están en ningún circuito, que los museos y galerías son espacios muertos que ya no dicen nada, ¿Qué opinas?

-Que seas artista no te da derecho a exponer en cualquier museo. Se ha glamorizado esto de ser artista, la inauguración, viajar, el catálogo. Ser artista es igual o más duro que muchos otros trabajos porque te expones a ti mismo y no llegas a ser de lo mejor. Los artistas que ganan los millones con el uno por ciento, y hay muchos muy buenos que se la han pasado toda la vida trabajando como cualquier persona en el mundo y no son ricos, ni con gran reconocimiento ni nada.

Hay algo preocupante y es que se cree en la fórmula: vas a la escuela sales y vas a las galerías y ya, jajaj. Hay muchos que llegan al museo creyendo que somos una galería. El museo es parte de la pirámide somos la punta a donde se llega por trayectoria, porque ha destacada de una u otra forma el trabajo, además hay una gran competencia por espacios.
Otro hecho es que hay artistas muy malos que pintan por terapia y no tienen derecho a estar en ninguna parte. Esto es un medio complicado porque es subjetivo, hay que estar en el momento adecuado, con las personas adecuadas y el lugar; y tampoco hay que confundir el mercado del arte porque eso sólo es una parte y no indica el todo.

¿El arte es elitista en el sentido de que la mayoría se queda por encima, no recorre las exposiciones con tiempo e interés, no se cuestiona nada, falta educación sensible?
-Un punto importante es que la gente entienda qué es lo que espera de un museo. Allí comienza el desconocimiento y la frustración. Creemos que el arte es una cosa mágica y que habrá una conexión que te va a elevar. El arte es como cualquier cosa que exige trabajo de disciplina, estudio y conocimiento. El arte no figurativo exige más porque hay que identificar una representación muchas veces más directa de la realidad y creemos entenderlo, pero no.

El museo es para quien va con ideas distintas, es un respiro para salirte del cotidiano, ver cosas, observar y enfrentarte. Si gusta o no tampoco me parece importante sino que te preguntes porqué gusta o no. Otra cosa es el tiempo que se le dedica a recorrer una exposición cuando no estamos acostumbrados más a que a mirar la televisión y los otros medios.

Se aprende a reconocer lo que nos impacta de primera vista. Hay que ir abiertos a ver cosas distintas a lo que es la cotidianidad y si algo te pega, ver porque, analizarlo, discutirlo y asimilarlo en nuestra vida. Todo eso no va a ayudar a ver el cuadro del abuelo que llegó a nuestras manos o la arquitectura del Centro histórico, de manera diferente. Algo obvio es que el conocedor o el gustoso del arte es el público menor. Hay mucho esto de que: “no lo entiendo y  no soy tonto” entonces se tacha de basura.

¿Qué te parece el respeto a la imagen urbana del Centro histórico de Puebla?
-Yo vengo de Monterrey y allá se perdió su zona histórica desde hace muchos años en proyectos urbanos sin sentido que se hicieron en el Centro histórico, queda muy poco y bastante pobre. En cambio Puebla tiene un centro histórico espectacular que necesitamos ver de manera diferente.

Hay que ver y apreciar lo que tenemos porque pasado mañana pasamos y ya no está, es muy importante, en la historia de los lugares. Aquí hay fallas importantes en la imagen urbana y en cómo conceptualizarlo. Ésta imposibilidad de convivencia entre lo histórico y lo contemporáneo; y el no destruir algo para construir otra cosa. Hay un largo camino todavía por recorrer y poco tiempo antes de acabar con más.

¿En todo esto falta algo en la política pública educativa. Y el arte sirve para algo?
-Yo creo que falta la parte humanística en todas las carreras. Necesitamos mayor sensibilización hacia nuestro entorno y hacia los demás.

El arte sirve para explorar otras maneras de vernos y conocernos, esto es fundamental para tener una confrontación con el otro, ejercer el respeto y entender la construcción de lo diferente.

Ramiro Martínez Estrada nació en San Antonio Texas, Estados Unidos. Fue director del Museo Tamayo de arte contemporáneo (DF), de 2002 a 2008; Director del Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey por diez años, y desde 2008 director general del Museo Amparo (Puebla).

Ramiro Martínez Estrada, director general del Museo Amparo.  17 de agosto de 2015. Entrevista para Foto Calli 70 y 71

*Periodista cultural, Lector de imágenes en el Archivo Histórico de la BUAP, conductor de Foto Calli 96.9 FM Puebla. www.radiobuap.com sábados a las 18 horas.