Las ofensas finales (opinión)

Fausto. Compañía del CCU. Foto: Kino

Las ofensas finales

Luis Manuel Cabrera*

Una de las situaciones interesantes cuando hay cambio de estafeta gubernamental es el hecho de que se pretendan lanzar proyectos al vapor, presumiendo que se pueda cumplir con los presupuestos y los tiempos. Ya sea que su realización de última hora obedezca a compromisos adquiridos o como se le llame, lo que si es lamentable es el nulo cuidado que se tiene en su supuesta preparación.

Ejemplo de esto lo da (una vez más) el área de teatro de la Secretaría de Cultura: Se lanza una convocatoria para conformar el elenco del nuevo montaje de la Compañía Estatal de Teatro, aunque usted no lo crea con fechas del año pasado. Tal descuido es imperdonable una vez más, a pesar de que ya nos tienen acostumbrados a su nefasto desempeño. Lo interesante es que dicha convocatoria más bien pareció una cortina de humo para ocultar el hecho de que ya se tenía seleccionado al elenco.

Mi pregunta es: ¿no sería más fácil no haber lanzado convocatoria alguna? Sabemos que en la Secretaría se tiene la costumbre de disfrazar las cosas para parecer “incluyentes”desde prácticamente sus inicios, luego entonces ¿a quién se pretende engañar? Un servidor contestó a dicha convocatoria pidiendo aclaración sobre si era para una audición ya pasada o a qué se debía el hecho de que tuviera fecha del 2009 y por supuesto, la encargada del área hizo caso nulo a mi increpación. ¿Debiera seguir molestando tamaña ignominia en nuestros servidores públicos siendo que ya van de salida?

Quizá es su simple forma de resentimiento por haber perdido las elecciones del próximo sexenio: vengarse al seguir “trabajando” de la forma más estulta posible. Sea cual sea la causa, mi invitación reiterativa es a que quien sea que vaya a ocupar las áreas vacantes, tome nota de todo lo que hizo mal la actual administración para evitar cometer los mismos errores. El espaldarazo recibido al partido político saliente en las elecciones populares fue la manera de la población de protestar ante tamaña ineptitud. Para el partido entrante, no hay victoria ganada aun, por lo que más vale prevenir que lamentar el hecho de que la historia se repita...

*Productor y director de teatro