domingo, agosto 08, 2010

Auditorio de la Reforma

Auditorio de la Reforma, 2009.
Kino

No hay motivo
para demoler
el Auditorio de la
Reforma: Sánchez

PAULA CARRIZOSA*


“Sería un terrible error, que por modificaciones e intereses monetarios, se derribara el Auditorio de la Reforma, pues es un patrimonio y un emblema nacional del trabajo arquitectónico de Abraham Zabludovsky”, opinó Francisco Sánchez Díaz de Rivera, presidente del Consejo de Participación Ciudadana del Municipio de Puebla, quien indicó que el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) ya determinó que no hay motivos para mantener cerrado el inmueble, ya que no tiene daños estructurales, y no se justificaría una demolición.


Durante una entrevista con La Jornada de Oriente, precisó que “ni Enrique Doger ni Blanca Alcalá, en la presidencia municipal, ni con Melquiades Morales Flores y Mario Marín Torres en la gubernatura, y menos con Alejandro Eliseo Montiel Bonilla al frente de la Secretaría de Cultura (SC), ha habido una respuesta sobre la constante petición de rehabilitar el espacio”.

A la opinión del promotor cultural también se han sumado instituciones nacionales como el propio INBA, y de organizaciones internacionales como el Comité Nacional Mexicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, que pertenece a Unesco, el cual también mostró su descontento.


Inaugurado en 1962 para conmemorar el aniversario de la Batalla del 5 de mayo, y construido por Abraham Zabludovsky, uno de los arquitectos más representativos de la segunda mitad del siglo XX, el Auditorio de la Reforma fue acondicionado para tener un aforo de mil 815 personas, además de vestidores, zonas de calentamiento y una cúpula que había sido construida para que los conciertos que se ofrecieran fueran acústicos. Por fuera, 24 arcos de madera, que tienen una base de concreto y metal, sostienen la coraza de cobre.


El entrevistado recordó que hace años, bajo las órdenes del gobernador Melquiades Morales Flores, se reestructuró el auditorio y se le dotó de camerinos, se reacondicionaron los baños, se adecuó una pequeña sala de prensa y se le quitó una cúpula pequeña, pero el error fue no impermeabilizar el exterior de cobre, con lo que las goteras y las filtraciones en tiempo de lluvias hicieron que dentro del inmueble las butacas y las alfombras sufrieran daños.

Señaló que todavía a finales de 2006 el espacio fue sede de algunos actos particulares que confirmaron que el auditorio tenía las condiciones para recibir a los artistas y al público. “Hubo un espectáculo navideño que reunió a varias iglesias cristianas, y que subió al escenario a 500 actores, a 120 coristas y a 60 miembros de una orquesta”, recordó el director de “Puebla, ciudad musical”.


Pero en 2007 a los integrantes de la Orquesta Sinfónica del Estado de Puebla (OSEP) se les prohibió la entrada al inmueble que había sido su sede de las temporadas, los conciertos de gala y las presentaciones especiales.

Luego, en octubre de 2008, las instalaciones fueron cerradas de manera definitiva por Protección Civil municipal y su titular, Alberto Vivas Arroyo, quien argumentó que en su arquitectura había diversas fallas estructurales –como en las columnas de carga laterales–, filtraciones de agua en el techo y, sobre todo, falta de un plan de protección civil.


“En uno de los arcos de madera que están al frente se puede notar que el soporte de metal tiene un daño estructural que no fue por un accidente, sino más bien provocado de manera intencional”, indicó Francisco Sánchez y recordó que los 23 restantes, casualmente, están en buen estado.


Señaló además, que aun con los sellos –los cuales ya han sido quitados del lugar por los propios paseantes–, la gente camina y hay niños que andan en bicicleta, con lo que se demuestra que si en verdad el inmueble fuera muy “peligroso”, las autoridades tomarían otro tipo de medidas para garantizar la seguridad de los que andan por ahí.


Desde esa fecha, el presidente del Consejo de Participación Ciudadana del Municipio de Puebla ha intentado convencer a los funcionarios estatales de que el inmueble debe y merece ser rescatado y abierto nuevamente.
Recordó que en una reunión que sostuvo con el secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, Javier García Ramírez, éste le anunció el inicio de un proyecto integral en la zona de los Fuertes de Loreto y Guadalupe que incluía la construcción del Centro Expositor.



“El impacto de una obra de tal magnitud requeriría que la zona sufriera modificaciones. Una de ellas consistía en la necesidad de establecer un gran estacionamiento con capacidad para alojar a unos 5 mil automóviles”, confió el presidente de los Consejos Ciudadanos de Cultura.


Por medio de desplegados que han sido publicados en diversos medios de comunicación locales, en carteles o en la publicidad de los actos culturales, Sánchez Díaz de Rivera ha expresado su descontento con la posibilidad de que el gobierno estatal derribe el Auditorio de la Reforma para convertirlo en un estacionamiento.


En una ocasión –recordó–, al presentar su informe de labores ante la presidente municipal Blanca Alcalá Ruiz, proyectó un video en el que hacía referencia a los diversos espectáculos que se habían llevado a cabo en el espacio cultural antes de su cierre. “La proyección fue interrumpida porque dijeron que ya tenían un programa planeado; entonces, me limité a decir frente al micrófono: ¡No a la demolición del Auditorio de la Reforma!, que provocó el descontento de los funcionarios presentes”, recordó.

“Todavía, hasta hace poco, algunos expertos en arquitectura me indicaron que con 10 millones de pesos, se podía rehabilitar el espacio”, propuso Francisco Sánchez, quien indicó que hace algunos meses, con el afán de tomar algunas fotografías del interior, entró y pudo constatar que tanto las butacas como la zona de calentamiento, de prensa y el escenario en general estaban en buenas condiciones, puesto que además de la persona responsable que han dispuesto las autoridades, hay otras tres o cuatro personas que se encargan de darle mantenimiento y de limpiarlo.


Por ello, llamó a que el gobierno estatal otorgue la concesión del inmueble a un patronato, que estaría enfocado a preservar y trabajar para que sea reincorporado como un espacio cultural de la ciudad, que pueda dar dinero y sostener su mantenimiento por sí mismo.


El patronato estaría conformado por representantes de los diversos niveles del gobierno –tanto de la SC como del Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla, de los sectores públicos y privados, de universidades y organizaciones no gubernamentales, quienes con su participación plural devolverían el Auditorio de la Reforma a la vida cultural de Puebla.

“Tengo la impresión de que ante la propuesta el gobierno estatal se hará guaje”, concluyó Sánchez Díaz de Rivera.

*Viernes, 6 de agosto de 2010, La Jornada de Oriente