viernes, febrero 22, 2008

Día internacional de las lenguas maternas
Mesa redonda: Pluralismo lingüístico y medios de comunicación
21, 22 y 23 de febrero de 2008

La voz que corta el silencio
Joaquín Ríos Martínez*

En la basta geografía del territorio mesoamericano, y especialmente en la poblana: bajo la tierra, entre los árboles y mezclada en el agua, se guardan vestigios de una inmensa cultura, indicadores de nuestro patrimonio inmaterial que, ahuyentado por fenómenos prácticos de transculturación huye con el viento del norte.
La Serpiente emplumada, dragones alados, hadas o demonios son representantes de culturas milenarias que reposan en el universo mítico de los pensadores ancestrales, quienes por más de tres siglos han migrado enfundados de Ave Fénix. Historias, mitos y leyendas nuestras y de los antepasados. Olvidos del recuerdo poético, surgidos en la observación del universo y la naturaleza.
Rumores y ruidos, luces y truenos, fuego y danzas, historias idas de seres que pusieron en la memoria del mundo su saber, en la oralidad sus vidas estigmatizadas. Conocimientos inmensos hasta hoy parcialmente interpretados, saberes de vida, de muerte, de razón, de equilibrio y respeto.
Conocimientos prácticos o intuitivos, creativos e identitarios por donde pasaron los cometas y sus halos, el todo y sus razones, guerras, conflictos, cosechas, ritos y el arte particular de los primitivos. Nada sería sin las lenguas, sin la memoria oral.
El Patrimonio Cultural Inmaterial
El Patrimonio Cultural Inmaterial está disperso en usos y costumbres, en lenguas e imaginarios, dentro de las cuevas, en los basamentos arquitectónicos de las miles de zonas arqueológicas mexicanas, en nuestras casas, iglesias y puteros. También en las recetas, formas de organización y corrupción política, desde que nacen nuestros niños y niñas y crecen con su “individualidad” colectiva.
Aún así ello no quiere decir que, tal vez en un principio lo inmaterial surgiera de algo asentado en escritos como La leyenda de los soles en el Códice Chimalpopoca (donde se refieren mitos nahuas acerca de la creación del mundo y el origen del ser); en el Códice de Viena, en el caso de los mixtecos o el Popol Vuh, Maya.
Sin embargo es gracias a la oralidad y a la memoria colectiva que se han salvado conocimientos que de otra manera hubieran sucumbido ante la arrogante intolerancia del fuego colonizador.
Arquitectura, astronomía, numerología, medicina, navegación, agricultura, conceptos como el del número cero, el tiempo y el espacio o el inframundo, son elaborados a partir de un exigente sistema educacional basado en la abstracción.
Tal vez por ello en el libro Memoria Indígena, el historiador Enrique Florescano se pregunta al indagar en aquellos textos: “¿Qué conservaban esos pueblos del pasado? ¿Qué instrumentos usaron para heredar a sus descendientes los conocimientos adquiridos? ¿Qué mensajes querían transmitir?
Mitos, herencias y patrimonio
El filosofar y la filosofía, no obstante que su pretensión debe ser alcanzar la universalidad, su punto de partida es siempre lo particular –nos dice Mario Magallón, filósofo especialista en asuntos étnicos-, es decir, la realidad inmediata, de un ser humano situado en la realidad.
Esa realidad también es su relación con el idioma, la estética, la poética, el arte, la dialéctica, la objetividad, la razón, el mito y la fantasía: ¿nuestro patrimonio actual lo contempla?
Y cuestiono aquí: ¿cuál es esa realidad presente? El olvido, el desplazamiento de las culturas originarias, la transformación alienada de nuestros pensadores y gobernantes. El olvido de las lenguas.
¿Hemos generado espacio en nuestro microcosmos para dejarnos tocar por las formas originarias: como la relación con el universo, el respeto a los diversos ecosistemas, la fe en nuestra propia energía o el equilibrio con nuestros semejantes?
Cuestión de definiciones
Uno de los considerandos que maneja la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultual Inmaterial, llevada a cabo por la UNESCO en París en el año 2003, es que convendría mejorar y completar eficazmente los acuerdos, recomendaciones y resoluciones internacionales, existentes en materia de patrimonio cultural y natural mediante nuevas disposiciones relativas al patrimonio inmaterial.
Este último fue definido en la misma convención como: “…los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas –junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que le son esenciales- que las comunidades, grupos y en algunos casos los individuos, reconozcan como parte inherente de su patrimonio cultural”.
Esto es –agrego yo- qué identifiquemos respetuosamente los espacios naturales como parte importante en los desarrollos sociales y culturales, en las planeaciones y toma de decisiones, en el intento de transformarlos y manipularlos, en bien del aparente uso colectivo.
Cito: “Es posible que el pueblo que resiste, ya sea durante un siglo o durante milenios, encarne el tipo de unidad social más importante que han creado los hombres. Los persistentes sistemas de identidad que caracterizan a tales unidades sociales son interpretaciones vivientes y acumulativas de la significación de la vida humana.
Cada uno es único e irrepetible; es no sólo el sumario de la comprensión acumulada de un pueblo, de su propio propósito y destino: podría ser además para otros pueblos una ventana abierta sobre el propósito humano general”. (Los Yaquis de Edward H. Spicer).
En la filosofía
La filosofía es una construcción de sentido, donde el núcleo teórico fundamental lo constituye un problema de la realidad humana no resulto y, por lo mismo, demanda respuestas explicativas racionalmente fundadas. Ideas del lenguaje, de la eticidad y del pensamiento, regreso al texto de Mario Magallón.
La filosofía hoy tiene que operar e innovar en el ámbito lingüístico –nos dice Jürgen Habermas-. Los contenidos de los discursos están íntimamente unidos a las formas retóricas de su exposición, porque su significado no es únicamente de índole terminológica, sino que también tiene calidad expresiva.
De tal manera, la filosofía se ve urgida de trazar otros modos de conocimiento, directos, narrativos, mostrativos y no exclusivamente predictivos y ni-proposicionales a través de los cuales los seres humanos pueden acceder no sólo a la explicación, sino a la comprensión de sí mismos.
El concepto y la cosmovisión –otra vez Magallón Anaya- de las culturas primitivas sólo son un atributo humano en el ejercicio filosófico-ético.
Se filosofa, no en un sentido uniforme ni unidireccional, sino multidiverso, donde el lenguaje, la razón, la metafísica, lo simbólico y lo hermenéutico constituyen un núcleo teórico dando origen a un giro lingüístico, donde el lenguaje no es sólo el instrumento de expresión de las ideas del sujeto, sino que es la culminación en la actualidad, de la idea del lenguaje como paradigma estructurador de las teorías y las explicaciones ontológicas y epistemológicas.
Con la salvaguarda del Patrimonio inmaterial no podremos ya reconstruir los paisajes, las historias del nacimiento del mundo, o los rincones inusitados del universo, pero si podemos intentar una nueva historia enmarcada en los conocimientos y las técnicas que forman parte de la memoria histórica.
Reprogramar el conciente
Para poder establecer el mínimo de medidas para la salvaguardia del patrimonio que menciona la UNESCO, como: crear organismos competentes, fomentar estudios científicos, técnicos y artísticos, adoptar medidas jurídicas, técnico administrativas y financieras adecuadas:
Debemos exigir a nuestras pasivas autoridades, municipales, estatales, nacionales y a las internacionales, la concreción de programas correspondientes y efectivos para el rescate, la preservación, el uso, difusión y enseñanza de nuestro patrimonio inmaterial, cultural y artístico.
Exigir que se frene la corrupción en todos los niveles de gobierno ya que acotan el desarrollo humano en los aspectos sociales, económicos y culturales.
Exigir que se mejoren los sistemas educativos y los programas obsoletos de enseñanza, que se distribuyan los presupuestos asignados por la federación a los programas de salud, educación y servicios. Así como respetar los tiempos, usos y costumbres de las culturas originarias en lucha por su identidad.
Exigir que se respete y cumpla el Artículo 13 de la Constitución Política del Estado de Puebla donde se menciona: “El estado de Puebla tienen una composición pluricultural y multilingüística sustentada en sus comunidades Nahuas, Totonacas, Mixtecas, Tepehuas, Otomíes, Popolocas y Mazatecas y tienen el derecho a exigir que se protejan y promuevan por el Estado y municipios, el desarrollo de sus lenguas, culturas, recursos, usos y costumbres”.
Así como el cumplimiento de la Ley general de derechos lingüísticos de los pueblos indígenas, del año 2003.
Y en todo ello los medios de comunicación tenemos una responsabilidad.

Gracias.



*Joaquín Ríos Martínez: Promotor cultural, director de la asociación civil Metzcalli CuestiónArte y periodista.

Instrumento: cualquier medio, persona u objeto del que se vale alguien para lograr un fin.
Herramienta: Utensilio para algún trabajo manual, generalmente de acero o hierro.
Artefacto: Aparato o máquina generalmente grande y de maquinaria complicada.
Ontología: Parte de la metafísica que estudia el ser en general y sus propiedades trascendentales.
Epistemología: Disciplina filosófica que estudia la teoría del conocimiento científico, e investiga el objeto métodos y procedimiento, de cada ciencia o del pensamiento científico en general.

Bibliografía:

Convención para la Salvaguarda del Patrimonio cultural Inmaterial, 32ª Reunión (2003)
Güemes Jiménez Román (2006), El huapango en voz de sus músicos y bailadores. Ediciones del Programa de Desarrollo Cultural de la Huasteca. México
Ortiz Castro Ignacio (2006), Acercamiento a la filosofía y a la ética del mundo mixteco. Casa de Cultura de Oaxaca y CONACULTA.
Flores Cano Enrique (1999) Memoria Indígena. Taurus – Alfaguara.
Powell W. Philipp (1984) La guerra Chichimeca. Coedición SEP, Fondo de Cultura Económica.
Trejo Sandoval Marte (1992) Las ciudades del cielo. Hoja Casa Editorial.