sábado, febrero 01, 2014

Biblioteca Tola de Habich

30/01/14 12:01 AM Milenio Diario

Paisajes de la memoria

Juan Gerardo  Sampedro

La mala decisión de transformar la Secretaría de Cultura en Consejo Estatal, para tratar de subsanar todo el daño que dejó a su paso en el sexenio anterior #ElSimpatías, parece que ahora tiene negativas consecuencias visibles. Ha trascendido que el tercer Secretario Ejecutivo que llega ahí pronto dejará el cargo. Se desconocen los motivos aunque al parecer sólo hay uno: la falta de apoyo hacia sus proyectos.

En estos días que corren la sede del consejo, la Casa Albusúa, situada en la 3 Oriente, entre la 2 y la 4 Sur, también dejará de ser parte del CECAP para convertirse en algo que no se sabe. La casa del escritor refugiado y la renuncia de su director, el investigador del cuento mexicano Jorge Arturo Abascal, sigue siendo un misterio: no han nombrado a un sustituto y mientras las convocatorias de las becas estatales para jóvenes creadores y creadores con trayectoria no se publican. No han aparecido por igual las convocatorias que tradicionalmente lanzaba la SdC de los concursos literarios como el de Ciencia Ficción y Fantasía o el Latinoamericano Edmundo Valadés. Un caos, entonces.

Cuando desapareció de los sótanos del museo San Pedro la biblioteca Tola de Habich y luego cuando fue falsamente instalada (ya muy desmantelada) en la Casa de la Cultura, me pregunté en este mismo espacio qué habría sido de ella. Una biblioteca que costó al estado la cantidad de 15 millones de pesos, especializada en siglo XIX se quedó en la humedad los mismos años que #ElSimpatías fue (nada más él se lo creía) secretario de cultura. El hecho lo dejé como testimonio escrito y le envíe los datos a Saúl Juárez Vega y luego al propio Dr. Moisés Rosas: nunca aclararon nada.

Me gustaría, y así lo solicitaré al órgano de transparencia, buscar la manera de cotejar el inventario que se entregó en 2004 (hace ya diez años) con el que aparece simulado en la Casa de la Cultura para volver a insistir sobre el destino que tuvo la biblioteca Tola de Habich, puesto que es patrimonio tangible de todos los poblanos.

Hasta ahora la subdirección editorial del CECAP no ha dado a conocer más que contados títulos. Y es que, como lo dije en una pasada entrega, el subdirector del área se preocupa más en hacer relaciones para promover su importante obra literaria y en hablar y hablar vía celular mientras teclea en su Mac portátil en los cafés del Centro Histórico.

Bueno sería entonces que ahora se realizara un balance de los últimos 10 años de las condiciones culturales en el estado, pero creo que eso no interesa a nadie.

He escuchado voces que se preocupan por la fototeca y por la hemeroteca que resguardan la memoria de la vida en puebla desde el siglo XIX. Habrá que atender esas preocupaciones.

Y todo esto fue provocado por #ElSimpatías Montiel Bonilla. Qué pena. A 10 años de distancia los daños son aún irreparables. Y lo serán, pienso.