Biblioteca Tola de Habich
30/01/14 12:01 AM Milenio Diario
Paisajes de la
memoria
Juan Gerardo Sampedro
La mala decisión de
transformar la Secretaría de Cultura en Consejo Estatal, para tratar de
subsanar todo el daño que dejó a su paso en el sexenio anterior #ElSimpatías,
parece que ahora tiene negativas consecuencias visibles. Ha trascendido que el
tercer Secretario Ejecutivo que llega ahí pronto dejará el cargo. Se desconocen
los motivos aunque al parecer sólo hay uno: la falta de apoyo hacia sus
proyectos.
En estos días que
corren la sede del consejo, la Casa Albusúa, situada en la 3 Oriente, entre la
2 y la 4 Sur, también dejará de ser parte del CECAP para convertirse en algo
que no se sabe. La casa del escritor refugiado y la renuncia de su director, el
investigador del cuento mexicano Jorge Arturo Abascal, sigue siendo un
misterio: no han nombrado a un sustituto y mientras las convocatorias de las
becas estatales para jóvenes creadores y creadores con trayectoria no se
publican. No han aparecido por igual las convocatorias que tradicionalmente
lanzaba la SdC de los concursos literarios como el de Ciencia Ficción y Fantasía
o el Latinoamericano Edmundo Valadés. Un caos, entonces.
Cuando
desapareció de los sótanos del museo San Pedro la biblioteca Tola de Habich y
luego cuando fue falsamente instalada (ya muy desmantelada) en la Casa de la
Cultura, me pregunté en este mismo espacio qué habría sido de ella. Una
biblioteca que costó al estado la cantidad de 15 millones de pesos,
especializada en siglo XIX se quedó en la humedad los mismos años que
#ElSimpatías fue (nada más él se lo creía) secretario de cultura. El hecho lo dejé
como testimonio escrito y le envíe los datos a Saúl Juárez Vega y luego al
propio Dr. Moisés Rosas: nunca aclararon nada.
Me gustaría, y
así lo solicitaré al órgano de transparencia, buscar la manera de cotejar el
inventario que se entregó en 2004 (hace ya diez años) con el que aparece
simulado en la Casa de la Cultura para volver a insistir sobre el destino que
tuvo la biblioteca Tola de Habich, puesto que es patrimonio tangible de todos
los poblanos.
Hasta ahora la
subdirección editorial del CECAP no ha dado a conocer más que contados títulos.
Y es que, como lo dije en una pasada entrega, el subdirector del área se
preocupa más en hacer relaciones para promover su importante obra literaria y
en hablar y hablar vía celular mientras teclea en su Mac portátil en los cafés
del Centro Histórico.
Bueno sería
entonces que ahora se realizara un balance de los últimos 10 años de las
condiciones culturales en el estado, pero creo que eso no interesa a nadie.
He escuchado
voces que se preocupan por la fototeca y por la hemeroteca que resguardan la
memoria de la vida en puebla desde el siglo XIX. Habrá que atender esas
preocupaciones.
Y todo esto fue
provocado por #ElSimpatías Montiel Bonilla. Qué pena. A 10 años de distancia
los daños son aún irreparables. Y lo serán, pienso.
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