martes, enero 28, 2014

¿Cultura o espectáculo vil?

■ CULTURA

Disminución del presupuesto, espectáculo y poco apoyo, fórmula cultural en Puebla

22/01/2014 04:00  Publicado por Paula Carrizosa, La Jornada de Oriente Puebla

La cultura en Puebla ha tenido un sinónimo, el espectáculo, ya que no sólo ha estado marcada por la relación que se ha establecido con las televisoras sino por la programación de actos que más que favorecer a la reflexión y a la crítica. En la imagen, el Ballet Folklorico de la UAP 

En los últimos tres años, como parte de la administración del gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, la cultura en Puebla ha tenido una misma fórmula: la disminución del presupuesto, la relación que se ha establecido con las televisoras y el poco apoyo a los artistas, colectivos y creadores de cualquier disciplina que se desenvuelven en la ciudad, y por supuesto a aquellos que radican en el estado.
A esto se le suma la nula acción del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (CECA) ya que desde que se extinguió la Secretaría de Cultura, luego de tener 28 años de existencia y ser la primera institución de su tipo en el país, depende directamente de la Secretaría de Educación Pública.
El modelo de consejo ubica a  su secretario Moisés Rosas Silva en el tercer lugar del organigrama cultural por debajo del gobernador Rafael Moreno Valle y el secretario general de Gobierno, Luis Maldonado, quienes concentran las decisiones en la materia.

Como ejemplo de la forma en que la cultura se ha visto marcada por las televisoras, se puede citar lo señalado por el propio gobernador Moreno Valle en el pasado tercer informe: la organización de la Ciudad de las ideas –que cuesta alrededor de 30 millones de pesos al erario público–, y el apoyo que recibió la Orquesta Esperanza Azteca, ambos proyectos de la empresa Tv Azteca, ya que se constituyeron dos nuevas agrupaciones.

Mientras que sobre el nexo que se ha hecho con Televisa, baste recordar lo que sucedió en la clausura del tercer Festival Internacional de Teatro Héctor Azar (FITHA), que concluyó en el auditorio Siglo XXI con un show de televisión conducido por Andrea Legarreta y Juan José Origel, quienes entregaron las Preseas al Mérito Escénico a actores de dicha empresa: Danna Paola, Jaqueline Andere, Brandon Peniche, Alejandro Camacho, Rubén Lara, Silvia Pinal y Luis Gimeno.
Así, la cultura en Puebla ha tenido un sinónimo, el espectáculo, ya que no sólo ha estado marcada por la relación que se ha establecido con las televisoras sino por la programación de actos que más que favorecer a la reflexión y a la crítica, se han caracterizado por su espectacularidad y su acento despreocupado y alejado de la realidad social.

En este último renglón, se puede citar un hecho sucedido en el mismo FITHA entre dos agrupaciones participantes, el colectivo canadiense Circle Orange y la Compañía de Teatro de la UNAM, que deja ver la preponderancia del espectáculo sobre una propuesta de alto valor reflexivo y estético.

La situación fue esta: en la inauguración del festival en Catedral, la compañía Circle Orange utilizó una grúa y juegos pirotécnicos para realizar sus acrobacias y figuras, mismos que fueron otorgados con facilidad por la producción del CECA; mientras que la Compañía de Teatro de la UNAM, al presentarse con la propuesta Derretiré con un cerillo la nieve de un volcán, una obra nacida en 2012 que refiere al regreso del PRI a la presidencia del país desde una mirada crítica, estuvo a punto de cancelarse debido a que no se había facilitado una pequeña consola para manejar las luces del escenario, que eran la base de su planteamiento estético y actoral.

Por último, en el renglón del presupuesto, hay que recordar que en 2013 los recursos destinados para la cultura en el estado de Puebla fueron de 135.7 millones de pesos, que significaron un recorte presupuestal de 5.6 por ciento con respecto al monto que el CECA manejó en 2012, que fue 143.8 millones de pesos.


Dicha cifra estuvo lejana a los 171.7 millones de pesos que tuvo la extinta Secretaría de Cultura para 2010 y supera por poco los 132.4 millones de pesos que manejó en 2011, al término del gobierno de Mario Marín Torres.