jueves, enero 30, 2014

El sueño (boletín)



Imágenes:  Museo Amparo

El sueño de Mirra y otras constelaciones

•   El sábado 1 de febrero a las 12:00 horas se inaugurará la exposición de la artista brasileña
Regina Silveira.

•  La artista ha realizado una intervención en el cubo de cristal del Vestíbulo del Museo Amparo.

•  Diseños del imaginario popular de Puebla a manera de un bordado monumental en punto de
cruz dan un nuevo significado al espacio.

La artista brasileña Regina Silveira presenta una intervención realizada ex-profeso para el cubo de cristal

del Vestíbulo del Museo Amparo, donde a través de una metáfora plástica transforma el espacio y brinda un nuevo significado a este lugar. Es a través de diseños de animales apropriados del imaginario popular en Puebla y realizados a gran escala en vinil recortado, agrandados al punto de llegar casi a la abstracción, que la artista recrea un bordado monumental en punto de cruz, integrado a los muros. A este bordado gigante agrega también agujas e hilos a manera de un bordado en proceso.
La intervención se llama El sueño de Mirra, haciendo alusión a la China Poblana, cuyo verdadero nombre era Mirra, una princesa que trajeron de Asia a Puebla y a quien legendariamente se atribuye este tipo de bordados. En el espacio del Vestíbulo los puntos de cruz que Regina eligió para presentar los diseños bordados, reflejan los tejidos de la región, buscando imaginariamente revestir y calentar los muros de vidrio y así reafirmar la identidad poblana.

En total son más de 600 metros cuadrados de vinil recortado los que se han colocado en los muros del Vestíbulo. Regina Silveira presenta además en tres salas del Museo, una constelaciónde doce maquetas y 6 videos de proyectos realizados en otros lugares del mundo. Las maquetas funcionan como estrategias de permanencia de sus intervenciones, generalmente efímeras y temporales. Los motivos de las sombras y las huellas son habituales entre las imágenes que inscribe en los edificios, confrontando la grandiosidad y permanencia de la construcción con la fugacidad de lo pasajero: pisadas, trazados de llantas, reflejos luminosos, sombras, huellas de animales, nubes.

Aunado a las maquetas se presenta a escala real la obra Mundus Admirabilismisma que presentó por primera ocasión en la exposición “Jardínes de Poder” en Brasilia y que representa una metáfora realizada con insectos dañinos tomados de tratados de historia natural. En esta obra los insectos malos aislados en una gran jaula, hacían alusión a la vida política en Brasilia y específicamente a la lucha de poder y a la corrupción. En distintos formatos, desde 2007 a la fecha, esta misma obra fue exhibida en el Museu da Pampulha (Belo Horizonte), en la muestra Philagrafika (Philadelphia), en la Bienal de Poznan (Polonia), en Fundación Iberê Camargo (Porto Alegre) y en el Museu de Arte de Sao Paulo.
Sobre Regina Silveira y su obra, el Dr. Alberto López Cuenca escribió:
La arquitectura es de un modo fundamental, aunque quizás no evidente, un espacio de escritura. Por eso siempre dice algo, aunque se presente impoluta y traslúcida, como en el Vestíbulo de este renovado Museo Amparo. Por eso es posible reescribir sobre ella, intervenirla para hacerla contar una historia distinta a la que narra.

Un bordado no parece ser la mejor manera de contar otra historia. Sin embargo, como los muros blancos del museo, dice mucho al parecer no querer decir nada. ¿De qué nos habla su silencio? Es notorio el silencio histórico de las mujeres y el anonimato de sus formas de escritura. El bordado es un recordatorio de ello: no tiene autora y sirve las más de las veces de mero ornamento. Las historias meritorias, se nos ha dicho, se esculpen en mármol y se yerguen en monumentos con nombres y fechas. Sin embargo, los temas y las imágenes que se trenzan en el bordado son públicas y populares –motivos vegetales y animales, escenas cotidianas. Nada muy heroico: ninguna batalla ni ningún militar victorioso de familia de abolengo. 

El bordado cuenta su historia sin nombres propios, lo que es llamativo, pues la narración local de la empresa textil no es anónima; tiene una larga tradición en Puebla y se entreteje con su pasado más noble y el de algunos de sus hombres más connotados, que dan nombre a sus calles. El esplendor de la industria textil se da en el siglo XIX, precisamente cuando se populariza la imagen de la china poblana, de blusa bordada y rebozo, que es anónima como los motivos de un bordado.

Toda arquitectura habla, pues, y cuenta su historia. Hay que interrogarla, al igual que la ciudad que habita. Por eso, las puntadas de este bordado imaginario, de este sueño de píxeles agigantados, se dan no sólo sobre las paredes del museo sino sobre la historia y el imaginario local. Hay que entrar en él y salir de él. Hay que continuar tejiéndolo pues está lleno de huecos y vacíos y olvidos. Aún muestra los flecos que están por enhebrarse. Son la mirada del espectador, su cuerpo y su memoria, los que tienen que hilarlos. Como cualquier historia, este bordado muestra tanto como oculta.

Aquí sueña Mirra, Catarina de San Juan, una mujer cosida a la tradición local, que se ha convertido en personaje mítico y, por eso, fantasmagórico: está presente en la medida en que está ausente. Como el trabajo femenino y doméstico, como el bordado, como la memoria de formas y ensoñaciones colectivas que se inscriben ahora en estos muros.  


La exposición será inaugurada el sábado 1 de febrero a las 12:00 horas, el viernes 31 a las 18:00 horas, la artista ofrecerá una conferencia abierta a todo público.