jueves, octubre 17, 2013

El entorno sensorial

El artista se ha olvidado de su función originaria, el ser un visionario: Leslie García


Publicado por Paula Carrizosa en octubre 17, 2013 en Cultura
La Jornada de Oriente

Leslie García mezcla en su obra la ciencia y la naturaleza, para recuperar “el entorno sensorial”

Bajo la idea de que cualquier producción humana, incluida la tecnología, no es un artificio, sino que encuentra su origen en la creatividad y la naturaleza propia del hombre, sobre todo si se parte de la idea de que la tecnología refiere al “arte de vivir bien”, la joven artista originaria de Tijuana Leslie García trabaja para “recuperar ese entorno sensorial que se ha perdido, haciendo que un espectro invisible se vuelva tangible a través del sonido”.

Su estancia en Puebla se debe a que fue invitada por La Pajarera para impartir, durante los próximos cuatro días, el Taller de Biosensores en la sede del Colectivo la 15 que coordinan Paula Natoli y Santos Cuatecontzi.

En dicho taller, Leslie García trabajará en el proyecto que desarrolla desde hace tiempo: el “Pulsu(m) Plantae”, el cual se enfoca en obtener datos sobre diversas funciones fisiológicas de las plantas, con respuestas que se transmiten por medio de señales que integran un código que deriva en una serie de sonidos.

Durante una entrevista, la artista explicó que su propuesta gira en torno a reestablecer la relación que el hombre perdió con la naturaleza en la era posmoderna, por lo que trata de recuperar “ese entorno sensorial”.

Apoyada en la tesis del teórico de la comunicación Marshall McLuhan de que “toda la tecnología amputa un sentido mientras extiende otro”, agregando otra idea que ve a la misma tecnología “como una prótesis”, como una forma de extender la capacidad del hombre dándole nuevas formas de sentir la realidad, Leslie García cree que su labor es como la “de un alquimista, que no trabaja sobre la naturaleza sino que la complementa”.

La artista, quien recientemente participó con un par de piezas en el festival Transito–MX, añadió que trabajar esos dos lenguajes –el de la naturaleza y el de la ciencia–, le ha permitido pensar que “el híbrido, no la exaltación de una disciplina o de la otra, será el futuro de la especie y del entorno”.

García agregó que el arte, la ciencia, la tecnología y la filosofía se conjuntan para trabajar sobre esa existencia y entorno que se perciben solo a través del ejercicio artístico. “Se trata de una cuestión de sensibilidad, de alejar al hombre de ese enajenamiento que provoca toda la cultura occidental, que se empeña en crear un entorno cerrado, moralista y limitado”.

Explicó que en su caso, a la ciencia la toma desde una postura empírica ya que no busca sistematizar a la naturaleza, sino experimentarla y vivirla. Al respecto, criticó que la disciplina científica tiene un problema: el que conserva un método que tiene siglos sin variar, contrario al arte “que abre puertas y miradas a espacios que no se habían abierto jamás”.

Para concluir, Leslie García opino que “el arte tiene algo que aportar, y esto es una metodología de desarrollo, una forma de investigación que se acerca a la labor primera del artista: el de ser un visionario, un hombre capaz de ver los antecedentes y de prever, de ser una suerte de chamán que crea los símbolos que existen en el imaginario colectivo”.

“El arte lamentablemente está en un declive, ya que el artista conceptual se ha olvidado de esa función originaria, de esa labor del arte que debe ir del pensamiento a la filosofía, de la matemática a la programación, ya que no debe haber limitaciones. Es necesario, por ello, hacer una redefinición de lo que es el arte, para que sea un concepto más colectivo, un motor de búsqueda desde donde se resuelva la problemática actual”.

Luego de su estancia en Puebla, García regresará a Tijuana para seguir trabajando en el proyecto actual, y luego viajará a Brasil, primero a Río de Janeiro para participar de Interorgánicos –que durante una semana reúne a artistas multidisciplinarios que crean una obra en conjunto–, y luego a Sao Paulo, para reunirse con alumnos de diversas escuelas de arte y desarrollar tres proyectos. Para cerrar el año, irá al Centro de Investigación Informática en Música y Acústica, de la Universidad Stanford, un centro fundado por Pierre Schaeffer, considerado padre de la música concreta.