Las emociones se repiten:
Villalobos

Joaquín Ríos Martínez*

A lo largo de los años, se dice, los pintores trabajamos sobre un mismo cuadro segmentado, con el tiempo se desarrolla una parte y después otra, y al final en una visión de conjunto se crea el mismo tema con las emociones que la vida te va despertando, responde en exclusiva el pintor José Villalobos.

Al inaugurar su más reciente exposición en el Museo Casa de los Muñecos, José Villalobos, poblano avecindado desde hace casi veinte años en Oaxaca nos comparte que la transformación de su paleta de colores ha ido cambiando conforme se ha ido dando un trabajo de exploración, tanto de gama de tonos como del tipo de línea, la composición, o el espacio.

La exposición –aclara Villalobos- no tiene un título porqué lo que quiero es sólo un pretexto para reencontrarme con mis amigos de Puebla, esa vieja guardia local que ahí está y que me da muchísimo gusto verlos trabajando y proponiendo.
       La muestra está compuesta por nueve piezas de mediano y gran formato, unos guashes sobre papel y, telas coloridas.

¿Al paso del tiempo te has reconocido
como no figurativo?

-A mí –explica el maestro- me cuesta mucho reconocerme en un contexto de pintura abstracta, me gusta más el término de Paul Klee que dice: “soy un abstracto con recuerdos”, pienso más que hay en el fondo de la obra algo de la propia naturaleza: la luz, el viento, los accidentes del paisaje que logran una geometría, la cual busco.

¿Tu paleta de color sufre un cambio radical?

-jajaja, si es algo extraño y grave a la vez. Es muy arriesgado hacer cambios tan radicales y profundos, es como cambiar de personalidad. Se van traslapando épocas, me parece algo muy interesante dejarse llevar por la necesidad que uno mismo va descubriendo.

Por ejemplo con la gastronomía, hay semanas que quieres comer cosas dulces, luego saladas o picantes, así es con mi pintura, a veces el entorno me pide algo más oscuro, luego es luminoso, texturizado, en fin.

¿Hay diferencias entre Oaxaca y Puebla para desarrollar mejor tu trabajo?

-Puebla tiene el efecto sobre mi de energía, de ese grupo de creadores de hace 35 años con quienes me sigo reuniendo a hacer cosas y discutir el arte y, es la base de mi formación y la valoro.

Ahora en Oaxaca me ocurren otras cosas, un desarrollo profesional, venta de obra, confrontarla con la creación de allá. Pero en cuanto a lo que se dice del color del cielo y del brillo de las cosas creo que es más un mito, hay en Puebla y Oaxaca la misma intensidad, la misma atmósfera.

Probablemente lo que Oaxaca tiene aún es el tema de la naturaleza muy arraigado, a mi me sigue encantando esa zona de la mixteca donde aún te encuentras maravillas naturales.
       Pero si te encuentras a tí mismo, donde sea que estés podrás producir.

¿Hoy el arte está confundido acerca de la dirección hacia donde va?

-Hasta hace unos años había una mayor definición en el arte, no digo que sea bueno o malo, pero la había, hoy una escultura puede ser un globo amarrado a una silla, pareciera que el arte puede serlo todo. Y con ello ha cambiado la forma de mirar el arte, y de cómo nos educamos a través del arte. ¿Qué dice? ¿Qué despierta?

La muestra de José Villalobos se encuentra en el Museo Casa de los Muñecos (2 norte 2), Centro Histórico, de martes a domingo de 10 a 17 horas. Taquilla.

*Para el diario Síntesis de Puebla