viernes, diciembre 07, 2012

Museos y educación / Entrevista

Museos y educación

Joaquín Ríos Martínez*

Desgraciadamente en el sistema educativo de Estados Unidos y México ha triunfado el logro sobre la investigación, por ello es tan importante que los servicios educativos dentro de los museos se sustente en la filosofía, y en el área de conocimientos no adquiridos en las aulas, señaló Ben G. García, historiador del arte, en la conferencia “De la interpretación a la reflexión en los museos de arte, antropología e historia”, organizada por el Museo de la UPAEP y el Museo Amparo.

El coordinador de servicios educativos del Museo de Antropología de Berkeley, en California, indicó que la enseñanza en los museos debe plantearse como una práctica de reflexión, y resolver los problemas de comunicación entre su público y lo expuesto, con nuevos lenguajes comunes a todos para poder enraizar la experiencia del visitante.

Los museos deben cambiar conforme cambia la sociedad donde están situados y mejorar sus metodologías, observar lo que a la gente le gusta, porque eso es lo que nunca va a cambiar. En los más recientes 20 años –agregó G. García- los museos han intentado democratizar el acceso a los recintos, pero esto no ha sido eficaz como no lo es ordenar el mundo con en un libro de texto.

Con el correr del tiempo el sistema educativo también intentó que la enseñanza no tuviera una barrera y buscó la relación circular maestro-alumno, y en lugar de imponer una estructura de alfabetización de tomara la experiencia cotidiana. En los años 80 y 90 –enfatizó el ponente- la apuesta fue por la multiculturalidad, el modelo de negocios, la tecnología y lo multisensorial. En cambio ahora vamos por la individualización de la experiencia en línea, con intereses muy personalizados, y el devenir de la historia a través de las redes sociales.

Hoy el sistema y los museos en sus áreas educativas apuestan –aseguró el especialista- por la tolerancia y empatía, ya que cada vez los seres humanos se reúnen menos y sin embargo se requiere cada vez más de los actos de solidaridad. El paradigma del siglo XXI está sustentado en el pensamiento crítico, la colaboración, la creatividad, e interculturalidad, para así facilitar la enseñanza y no dirigirla, finalizó.

*Para el diario Síntesis de Puebla.