Javier Caravantes (entrevista)

En Puebla pasa algo

cabrón: Caravantes

Joaquín Ríos Martínez*

En Puebla no existe una industria editorial respetable ya que lo que hay son dos o tres monopolios que ordeñan al Estado en sus diferentes niveles, estatal y municipal a quienes les son entregadas las ediciones por encargo y sin una dictaminación adecuada, aseguró el escritor, dictaminador y editor Javier Caravantes, en el contexto de la presentación de su libro Despertar con alacranes, del Fondo Editorial Tierra Adentro.

Los personajes de estos doce cuentos de mi libro son niños y adolescentes a los que les pasa algo dramático que hace que cambie su perspectiva de la vida. Como el es el primer descubrimiento acerca del mundo que los rodea, finalmente doloroso. Hay experiencias dentro del núcleo familiar y cuando salen de él (niños forzados a hacer castings para convertirse en “actores”, emigrantes centroamericanos, cambios de ciudad y condición social, y violencia Bulling), agrega el docente de la Escuela de escritores Sogem Puebla.

Al definir su trabajo literario Caravantes (Atlixco, 1985) responde en entrevista que la historia personal es la historia colectiva, mientras mejor cuentes lo que le pasa a uno y sus inconformidades mejor se identificarán los lectores y harán suyas las historias. Siempre fui muy mal estudiante y en clase me aburría entonces lo que hacía era imaginarme permanente en otras situaciones, mejores o peores, pero en otra circunstancia.

Uno escribe –se extiende el editor de la revista digital Crítica, de la BUAP- sólo cuando tiene algo que decir y en mi caso parto de una inestabilidad, y de la ruptura con algo que no me gusta de este mundo. Toda la vida cargas con las chingadas cosas que no puedes sacar y se convierten en tu bagaje, tu expresión y tu escritura.

En Puebla pasa algo cabrón –asegura el acreedor de la Beca Foescap 2010 en literatura, y Mención honorífica en el Concurso Julio Torri-, la entrega editorial es amafiada y vulgar, entonces lo más recomendable para un escritor que quiere trascender las bodegas editoriales poblanas es acudir a la Ciudad de México y someterse a las dictaminaciones de las grandes editoriales.

Para el diario Síntesis de Puebla, 3 de septiembre 2012.