La Verdadera Verdá

Foto: Mariana Yampolsky

Precisión visionaria…
o memoria en B&N

Joaquín Ríos Martínez*

A Principio del mes de julio se inauguró una extraordinaria exposición fotográfica desde dos razones, la maestra del claroscuro Mariana Yampolsky legó a la humanidad un archivo de imágenes por su paso en Egipto, el cual permaneció 50 años alejado de la luz de los reflectores.


Dos razones en una muestra: la Fundación Cultural Mariana Yampolsky decidió, en su décimo aniversario de muerte, organizar una Jornada de actividades el año entrante con el objetivo de preservar y difundir su obra. La basta obra de Mariana (1925-2002) consta de aproximadamente 70 mil negativos y cientos de obra impresa que ha sido catalogada y está lista para invadir, desde el arte, la postura antropológica y social del mundo entero con su ruptura a los paradigmas de la imagen posada de mediados del siglo XX.


El retrato fotográfico va más allá del encontrón con la situación, también hace falta saber situarse ante la luz, incorporar elementos externos imponderables o desecharlos mediante la rápidísima toma de decisiones frente a visor de la cámara. Los retratos de la maestra Yampolsky recuperan en una fracción de segundo diversas posibilidades de expresión corporal, anímica y sensorial. Con sus imágenes muchas podemos revivir el momento ahora expectante.


El blanco y negro como técnica sigue siendo una maravillosa posibilidad de ver el mundo desde una fantasía, el blanco y negro y su casi infinita gama de grises. Sus tomas recorren con grandes profundidades de campo el amplio espectro de los planos, sabe de la “Regla de tercios”, y no porque esto sea imprescindible, si no porque al dominar técnicas y trucos hace que su trabajo sea narrativo y emotivo.

En la exposición de la Primera Bienal de Arte de la Ibero Puebla tuve el honor de compartir una sala especial en la museografía, a lado de la foto Ángel exterminador de la maestra Yampolsky, con un tríptico de Ángeles y Demonios.

La posibilidad del coleccionismo

Mariana Yampolsky planeó desde tiempo atrás conjuntar en un solo espacio todo lo relacionado a su legado, una biblioteca y un centro donde también pudieran interactuar los investigadores de la fotografía, con redes de comunicación a las fototecas del país, ante la incertidumbre que siempre ha padecido la cultura frente a las políticas culturales de preservación y coleccionismo.


Ya en otras Verdadera Verdá hemos insistido en la importancia de fomentar el coleccionismo de obra actual por la gran carga discursiva de su gestación, en el caso de la fotógrafa su trabajo es considerado, por especialistas, como verdaderas investigaciones de la realidad mexicana.


Esperamos que lleguen a Puebla exposiciones fotográficas de ese nivel por el bien de la Fototeca estatal y de los admiradores de la fotografía en blanco y negro mexicana, para no inventar muestras fuera de contexto. Por cierto ¿Y la Galería de Arte Contemporáneo?

Preservar y respetar

Estuvo presente en Puebla el escritor Antonio Malpica para atestiguar el montaje de su obra de teatro Blanco y Negro, con la que ganó el Premio Nacional de Dramaturgia 2002.


En una larga conversación, entre otros muchos temas, hablamos de los derechos de autor, las regalías y el papel que no juega la Sociedad General de Escritores de México hundida en el fiasco y la inacción. El dramaturgo se tomó la molestia de acudir a la función especial porque, así me dijo, el director y productor aquí en Puebla lo contactó directamente para pedirle los derechos de montaje y establecer las regalías. Esto no es o común y sin embargo debería serlo, se preserva el trabajo y se respeta la autoría.


Por cierto una obra que continúa vigente, escrita por Malpica bajo una motivación histórica, pero penosamente vigente nueve años después. La violencia, tortura, secuestro político y corrupción de ha desplegado en los últimos 15 años, ampliando la posibilidad de repercutir en el arte. Un montaje más en el Melpómene, que obliga al observador atento a involucrarse en la trama al grado de obligarlo a interactuar permanentemente en la adaptación a través del juego, el bien y el mal, la tortura física y sicológica.


El arte con la posibilidad de retratar, juzgar o acusar, es una herramienta para el no olvido, para marcar también los hitos de la modernidad que disfrazan la corrupción, la manipulación desde los medios de comunicación, y el abandono en el sistema educativo.


Por ello no es una casualidad que el arte viva, producto del caos en los tejidos sociales, una perorata confundida, demasiada cabeza y poco corazón…

P.D.

El primer fin de semana del julio ha sido cruel para la cultura y en especial para quienes conocimos personalmente a tres brillantes mentes, dos de ellas asesinadas con la única explicación de la terrible violencia que se vive hoy. La tercera muerta por cuestiones naturales.


Tres maestros del aprendizaje empírico nos abandonaron sin su cobijo en el arte y la cultura, en la gestoría y el razonamiento pulcro, verosímil, mi iniciativa nada ortodoxa. Explico por orden de aparición. En 1984 conocí a Facundo Cabral, asiduo a la ciudad de México y a aquel alternativo Teatro Ferrocarrilero a donde llegábamos con drogas naturales y mezcal. Más que ruedas de prensa lo que se estilaba era el reventón en corto con los invitados en sus hoteles. De esas como tres al año.


El segundo es el Maestro Sánchez Vásquez, filósofo y replanteador de dogmas pero también de nuevos paradigmas dentro del arte y su estudio. ¡Ah, porqué a de saber usted que existe la teoría del arte, la estética, la filosofía y el libre albedrío”, les recetaba a alumnos y padres de familia con su facha (con todo cariño) de Roberto Cañedo, el actor de cine en blanco y negro del Canal 4.


Maestro de asignatura en dos de mis cursos de filosofía y estética en el anexo de Filosofía y Letras de la UNAM. Murió un pensador irremplazable a quien el arte le deberá un planteamiento abierto y tolerante aunque con base académica. La teoría de la obra abierta a múltiples apreciaciones desde un único observador se aplicó en múltiples congresos y reuniones latinoamericanas bajo su auspicio y ánimo.


Entonces vivíamos la represión Lopezportillista en las calles de Constituyentes, Observatorio, Lomas, Chapultepec, donde la nutrida y permanente audiencia esperábamos en los corredores de arte en Polanco o Reforma el informe de modificaciones a las políticas culturales y educativas para las escuelas de Bellas Artes, la institución.

Barra Nacional de promotores

El tercer caso es aún más doloroso en el sentido de que con el Mane compartí ideas y acciones en la promoción y gestión cultural en Puebla y en la ciudad chilanga. Desde la Barra Nacional de Promotores Culturales 3D2 impulsó, junto a sus compañeras, cientos de iniciativas con repercusión nacional en el ámbito de los espacios culturales y asociaciones independientes.


Compartimos el sol y los mezcales, daba clases en la Ibero santa Fe, pudo ver los tres libros planeados bajo el genérico de Reflexiones desde abajo / sobre la promoción cultural.


Editados por Endora en 2010, 2009 y 2008 como III tomos independientes con voces de todo el país, con la experiencia de decenas de promotores profesionales e instructores; libros además bien colocados en el concierto de la distribución nacional. Al Mane le gustaba que le dijeran el Mane, y con él se fue una propuesta.


Al Mane lo asesinaron en una carretera de estado vecino y dejaron gravemente herida a su acompañante, quien llegó con vida a una clínica regional. Podrán decir que es el destino, pero de todas maneras la Verdadera Verdá es que qué poca madre. La Verdá chingüen a su madre, culeros.

*Periodista cultural. Diplomado en Administración de las artes. Diplomado en Desarrollo y Gestión cultural. Este y los textos anteriores en: www.achtli05.blogspot.com ; www.criticarte.com; revista Culturista; Fanzine 3D2. www.suterráneosmx.blogspot.com