lunes, agosto 15, 2011

Los protectores (opinión)

Voladores en Yohualichan. Kino 2011

Los protectores


Por: Luis Manuel Cabrera*


Quiero en esta ocasión referirme a dos casos de organismos creados para velar por los intereses de un tipo de creadores: los autores y en más específico, los escritores. Primeramente y por orden alfabético, el caso de INDAUTOR (Instituto Nacional de Derechos de Autor).


Este organismo, dependiente de la Secretaría de Educación Pública por medio de un pago, tramita un registro que protege el trabajo intelectual de los actores de posible plagio o tratamiento indebido. Recientemente solicité sus servicios en mi hermosa ciudad de Puebla. El trámite: cuestión de dos meses. En la ciudad de México: dos horas. Contrastante ¿verdad? Lo curioso es que dicho organismo fue creado para apoyar al autor y que los formatos que me habían entregado en mi ciudad, en el Distrito Federal ya eran obsoletos.


Personalmente, siento que la Secretaría de Educación Pública debiera hacer una revisión de los despachos que tiene a su cargo, sólo para que resulten funcionales...nada más por eso. Por otro lado, quiero referirme a la SOGEM (Sociedad General de Escritores Mexicanos) que protege a sus agremiados y los apoya en el pago de regalías de sus obras. Igual, recientemente, me dirigí a ellos para solicitar los permisos de montaje de una obra de teatro mexicana.

No movieron un dedo. Tuve que dirigirme directamente al autor para obtenerlos. Pero si se supone que fue creada para ese fin... lo que sí hizo la SOGEM fue reclamarme derechos de autor de un dramaturgo extranjero que me concedió el permiso de montaje antes de fallecer y que, de forma ampliamente publicitada, murió en el abandono. Mi pregunta es la siguiente: ¿a quién servimos? Si ambos organismos fueron creados para el bien de los escritores mexicanos y no cumplen su función ¿qué confianza podemos tener de solicitar sus servicios?

No es sorpresa entonces que haya quien conscientemente desconozca la existencia de INDAUTOR y SOGEM en respuesta a su ineficacia. La pregunta es ¿quién protege a los escritores entonces, cuando los encargados de hacerlo sufren de tal obsolescencia?

*Productor y director de teatro