domingo, agosto 28, 2011

La Verdadera Verdá

Foto: Kino, 2011
Arte público… o
choques intelec-
tuales
Joaquín Ríos Martínez*

La Verdadera Verdá ha promulgado desde siempre que el arte debe estar en las calles lo mismo que resguardado en museos o galerías, en las paredes de los estudios o en las salas empresariales. El arte debe estar en todas partes y en nosotros mismos.


Si retomamos el concepto de qué el arte para serlo requiere ser validado por los observadores qué mejor espacio que las plazas públicas, los parques o camellones, los muros, o paraderos; las cantinas y los mercados.


Surgió apenas unas semanas atrás un grupo de colectivos que se manejan bajo el precepto de la unión y el apoyo sin ataduras ideológicas, un colectivo de colectivos que desea continuar con las propuestas de arte acción, performance, y exposiciones multidisciplinarias efímeras, tan largas como tarden los inspectores del ayuntamiento en detener, humillar y decomisar a los creadores promotores de sus trabajos.


Varias herramientas se descubrieron entre estos colectivos empezando por la comunicación para organizarse, la gráfica, literatura, historia, plástica, escultura pública, y vivientes. Entre el arte público, el que pudiera serlo y el que no lo es hay delgadas líneas de separación. El colectivo ha declarado que uno entre muchos puntos de acuerdo es la ahora frase “les pediremos su aval, pero no permiso”, los espacios públicos públicos son.


De ninguna manera se trata de estar en contra de algo, es un espacio para desarrollar la posibilidad de acercase a una forma distinta de ver lo que sucede. A través de otros lenguajes, algunos muy diferentes, encaminados al arte desde varias técnicas y tecnologías.


El arte de nuevo a las calles


Es una estupenda idea el que los interesados sepan que cada fin de semana, en un espacio público podrán apreciar otras formas de comunicarse, expresarse y promoverse. El arte es una profesión igual de importante en la construcción del ser como otras muchas, un complemento para quien no se dedica al cien y la vida para el que vive para ello.


El Colectivo La Hormiga trae una esperanza renovada, un poco nostálgica pero nada errónea. Los creativos urbanos del Estado deben poner a correr a la ardilla. No se trata de hacer más “tiángüis” de artes, son exposiciones efímeras de unas cuantas horas. No se va a estorbar, ni a dañar, ni agredir espacios exteriores.


En el trienio pasado, muy al principio, pedí mediante esta columna a la presidenta que se renovaran los quioscos de periódicos abandonados en el centro para pequeñas galerías, por supuesto nunca se hizo (en el callejón del Carolino y en el Teatro Principal). Hoy se han tramitado dos para un grupo de teatro y promoción cultural. Avanzan las ideas, ninguna nueva pero si renovadas a cada instante.


Cuándo vamos a comprobar si las nuevas autoridades cumplen su propuesta de abrirse a recibir y estimular proyectos independientes para quienes estén interesados y por convocatorias. El colectivo tomó la determinación de crear su primera intervención pública, sin aspavientos. La Verdadera Verdá y muchos más esperamos que las autoridades se comporten a la altura de lo que el arte es. Y que no irrumpan como los salvajes que quieren aparentar, o que le pregunten a los payasitos y globeros.


Agarrotes los abarrotes


Hay de garrotes a garrotes diría mi abuela alburera, nada se combate con la violencia menos la sensibilidad, la preocupación por el apresurado cambio climático, los espacios verdes, los alimentos criollos, la educación, los derechos; las ideas. Nada con violencia.


Agosto marcó los primeros seis meses de actividades culturales oficiales, algunas improvisadas, otras de mala calidad, excluyentes y mal pagadas. Lo cierto es qué, en el ámbito de la cultura, la comunidad de académicos interactúa más, lo que ha enriquecido diferentes momentos del arte en Puebla.


Vienen eventos organizados por el Estado y hay que enriquecer el trabajo estadístico con gestores y promotores, así habrá cada vez menos discursos gastados y disonantes. Temas como la formación de públicos, la educación adecuada para estimular a la persona, proponer de manera novedosa la interacción con el arte y la explotación de las redes sociales para su difusión deben estar presentes en los diferentes discursos.


En septiembre, mes de la patria, varios colectivos participan de diferentes actos públicos: Estudios Abiertos, es uno amplio, organizado y diverso en su segundo año; Metzcalli Redes de Arte, y La Hormiga. Allí viene también con el Colectivo ADA, los Subterráneos, la revista Culturista, Teatro Melpómene un proyecto de arte, difusión y creación de múltiples expresiones que se instale en el colectivo ciudadano más allá de las limitaciones.

*Periodista cultural. Diplomado en Administración de las artes. Diplomado en Desarrollo y Gestión cultural. Este y los textos anteriores en: www.achtli05.blogspot.com; criticarte.com; revista Culturista; www.subterraneosmx.blogspot.com/