lunes, enero 11, 2010


Foto: "Puebla a destiempo", reloj floral en el Bulevard 5 de mayo y Palafox y Mendoza. KINO

Lejanas las metas y
los retos en cultura


Joaquín Ríos Martínez*
Primera parte

El próximo 15 de enero el gobernador dará su V Informe de labores y con él, vendrán las posteriores comparecencias de sus secretarios. 2009 fue un año austero en la creatividad oficial y poco propositivo en materia de arte y cultura, así encontraremos un informe oficial basado en números y no en el impacto social que busca la formación y educación.

Los retos y las metas se ven lejanas de cumplir en este 2010 en el que presupuestos y apoyos irán a los temas electorales y a las celebraciones del bicentenario de la independencia y centenario de la revolución mexicanas.

En un sondeo con diferentes actores de la vida artística y cultural de la ciudad de Puebla se manifiesta la amplia brecha entre los propósitos y las realidades. Personajes de la fotografía, el teatro, la literatura, la pintura y la producción escénica opinan acerca de este tema, sabedores de que el tema cultural únicamente ocupa tres párrafos en los informes gubernamentales.

En primer lugar la fotógrafa e investigadora gráfica Elizabeth Castro Regla consideró que hace falta mucho por hacer en materia de arte y sus manifestaciones en el ámbito de trabajo gubernamental, y definió como insuficientes a las políticas culturales de las diferentes instituciones, públicas o privadas.

En lo referente al apoyo al arte por parte de las mismas instituciones consideró que este va en descenso y que las obligaciones del Estado para con el arte y los artistas deben ser: destinar y canalizar de manera eficiente los recursos y fomentar un ambiente propicio para el desarrollo del arte y la cultura.

Finalmente a la pregunta de ¿Cómo podríamos mejorar el ámbito artístico y cultural de Puebla para este año que se avecina crítico? Respondió que no cejando en nuestros esfuerzos individuales y colectivos a pesar de todo.

Desde el teatro
El arte y sus manifestaciones, como ya es costumbre, estuvieron presentes en materia de situaciones independientes y de manera institucional, sin embargo, con menor difusión que en años anteriores, consideró Luis Manuel Cabrera, director y productor de teatro.

En el caso de las políticas culturales públicas o privadas son –respondió- cada vez más elitistas, como si el poner candados a sus accesos profesionalizara el trabajo que realizan. Manejan requisitos en las convocatorias que dificultan la participación en afán de aumentar los trámites burocráticos de las mismas.

Los apoyos institucionales son de carácter cada vez más cerrado, confían demasiado en las invitaciones privadas y cibernéticas a la hora de lanzar convocatorias de apoyo a los artistas, es decir, se limitan a lanzarla a sus bases de datos por medios electrónicos cuando es una mínima parte de la población la que tiene acceso a internet. La difusión cada vez es más escasa por esta situación.

Las obligaciones principales –dijo- debieran ser de apoyo a la difusión (no de inventar eventos) es decir de investigar las actividades que se llevan a cabo para ayudar a que la población se entere de lo que se realiza. La formación de públicos debiera ser la obligación principal con los artistas.

Y finalmente para mejor la situación hay que trabajar simplemente y entender la importancia de atraer públicos que realmente sean interesados por el trabajo artístico, es decir, hay cifras de visitantes a eventos creados por las instituciones que no obedecen a un interés real por el producto ofrecido, si no a un simple entretenimiento gratuito en estos tiempos de crisis. El éxito no se mide por la audiencia si no por los que gustan del producto y regresan ávidos de otras representaciones artísticas.

Misma dinámica en Puebla
El escritor y ex becario de la Fundación para las letras, Federico Vite López, opinó que el año que dejamos atrás estuvo regido con la misma dinámica cultural de Puebla, aunque con mayor calidad en cuanto a exposiciones, cursos y, sobre todo, más oferta: Escuela de escritores, conferencias del Museo Amparo. Fue un año más propositivo.

En lo referente a las políticas culturales –dijo- son las mismas del sexenio o trienio; son congruentes, pero no espectaculares, el asunto, es seguir las pautas. Y se trata de un asunto de varias líneas que se cumplen.

El apoyo a los artistas es regular, efectivo, como en el país. Funciona. Y las obligaciones del Estado deben ser los recursos y la promoción; la de los creadores es fácil de exponer: trabajar.

En opinión del también reportero cultural 2010 no será crítico. Habrá un poco menos de proyecciones por las festividades del Bicentenario, pero será un año austero, eso sí.

*Se publicó en el diario Síntesis de Puebla el 11 de enero de 2010.