miércoles, enero 06, 2010

La Verdadera Verdá (opinión)

Fotos: Kino. Uxmal. Chupamirtos y
Paraninfo del Carolino.



Transculturación…

o tradiciones moribundas

Joaquín Ríos Martínez*


Sería casi imposible y, en cierto sentido absurdo, intentar detener la cada vez más rápida evolución natural que sufren las culturas inmersas en la mundialización. Las influencias que experimentamos a cada instante han mantenido una constante modificación de las culturas originarias y una transculturación manipulada por el comercio exterior.


A lo largo del tiempo en México se han vivido varias festividades anuales relacionadas, casi todas, a la religión católica, impuestas en su mayoría desde la llegada de los invasores. Fechas perfectamente “casadas” con las manifestaciones que ya se realizaban en gran parte de Mesoamérica y que vinieron a representar la imposición religiosa, mística y ritual.

Los gobiernos “modernos y democráticos” que hemos vivido los últimos 35 años se han preocupado -en cuerpo y espíritu de nuestros políticos- por la salvaguarda, rescate, preservación o mantenimiento de nuestras manifestaciones originales. Han creado instituciones, grupos y movimientos que investigan en lo social, económico y antropológico a las diversas culturas que conviven en nuestro país.

Nadie, sin embargo, ha podido explicar convincentemente qué es lo mejor para las culturas. Si preservar y acomodarlas en un cajón, si dejar que sigan curso hasta convertirse en otras, si acoplar lo mejor de ellas a una simbólica o tal vez, vivir la grandeza de varias culturas a la vez, con sus respectivos dilemas.

El conflicto de intereses
Lo que si han podido expresar algunos estudiosos es que las tradiciones mexicanas ligadas a las temporadas religiosas son un conflicto de intereses entre las sociedades de consumo y las sociedades creyentes. Semana Santa, Días de muertos y Navidad pelean las remesas, los gastos excesivos y las modas mundiales. El paradigma sigue siendo el control de la apariencia y el poder que se ejerce individualmente dentro de las sociedades.

Las tradiciones más cercanas son las decembrinas, muestra de culturas vivas originarias, judeocristianas y actuales. Temporada que inicia, al igual que antaño, con la peregrinación a la Morenita, los preparativos para la llegada del Nuevo Sol y el tiempo de sembrar, rituales de embriaguez que esperan las nuevas cosechas.
Se espera el nacimiento de un mito y se cierra el ciclo con la cena de la Candelaria.

También se ha dicho que la mejor forma de combatir la invasión de las festividades es detener el flujo de objetos ajenos a las celebraciones. Los medios de comunicación y los políticos en turno se preocupan de la desintegración de las sociedades, de sus hábitos o costumbres, pero por el otro lado son los principales motivadores de ello por su promoción al consumo foráneo.

Nuestras fiestas están ligadas irremediablemente a la gastronomía, a la vestimenta, a las melodías, a las reuniones en torno al fuego, a la decoración. Aún así se lee en los medios de comunicación que la mayoría de las tradiciones están en peligro de desaparecer porque ya nadie quiere consumirlas, no las ven en su cotidiano cultural, las artesanías y costumbres paganas son “de nacos irrestrictos.

El interés tiene pies
Si al gobierno e instituciones académicas les interesa tanto la pérdida de costumbres y tradiciones ¿porqué no hacen lo necesario para preservarlas? ¿Por qué no se están discutiendo políticas públicas para moderar la invasión de artesanías, juguetes y gastronomía extranjera? ¿Porqué los tiempos electorales, como los que se avecinan no toman como bandera la independencia y revoluciones culturales locales?

Las quejas de los fabricantes de esferas de Chignaguapan, de los fabricantes de la sidra en Huejotzingo, del barro en Amozoc, de la gastronomía y los chiles poblanos de China, la panadería con el roscón de reyes o el pan de muertos y las ofrendas, las indumentarias para los rituales religiosos paganos, de los hacedores de instrumentos musicales y un sin fin de expresiones, son permanentes. La economía, la falta de educación y la consolidación de la idiosincrasia son elementos coadyuvantes del desinterés.

Exijamos a las autoridades de cultura, turismo y desarrollo social un claro interés en el problema de la metamorfosis cultural. El gobierno tiene obligaciones y responsabilidades explicitas en la carta magna.

Culturista cien
Otra tradición en la ciudad de Puebla es la revista cultural Culturista, la cual cumplió el pasado noviembre 9 años de existir y este febrero de 2010 se imprimirá el número 100.

Es la única revista poblana que ha mantenido –sin la pretensión de ser una revista intelectual- una clara línea independiente de crítica a las políticas culturales oficiales y promoción de las actividades artísticas de la región.

La revista, en estos diez años, ha tenido presencia en Puebla, Tlaxcala, Oaxaca, Xalapa y el Distrito Federal. En sus miles de páginas se ha escrito a manera de reseña, crítica o difusión acerca de lo más sobresaliente de las artes plásticas y visuales, del teatro o la danza, de la música y de los festivales. Su editorial y columnas permanentes han sido punta de lanza en la crítica escrita estatal hacia las posturas intolerantes, parciales o mediocres del estado o municipio, de universidades o fundaciones.

Culturista hace un esfuerzo serio en la difusión, promoción y autogestión de las artes y la cultura, mantiene mes a mes páginas de difusión de fotografía y poesía que se hace y escribe en Puebla, las exposiciones, conferencias y obras de teatro. Mantiene una página bilingüe de poesía en lenguas madres y una en la promoción de algún municipio turístico.
Su permanencia es gracias al compromiso de su director quien nunca ha esperado un presupuesto oficial para aparecer, y nunca ha dejado de hacerlo en diez años.
La revista está a la venta en los puestos de periódicos del centro histórico, en Casa del escritor, en la librería del ayuntamiento, en Metzcalli y en la Galería ACD. Otra tradición que no hay que dejar morir.
En estos años la revista Culturista ha sido testigo de infinidad de actividades artísticas y culturales en Puebla, ha visto el paso de secretarios de cultura, de rectores universitarios, de artistas consolidados y de creadores en ciernes. Ha evidenciado las erráticas políticas culturales de instituciones públicas y los falsos modelos de apoyo a la creación.

Así mismo ha acompañado los éxitos de grupos y artistas que han sobresalido en todos los ámbitos, dándoles un espacio de difusión. Los ha reseñado, entrevistado y dado voz.
En sus páginas pueden encontrarse las secciones fijas Leyendo leyendas, La fuente de jade, Nuestras lenguas madres, La Verdadera Verdá y Turisteando.

Para celebrar el acontecimiento Culturista montará una exhibición de algunas de sus portadas a partir del lunes 1 de febrero en la Galería ACD (17 sur 3105) y realizará una jornada de lectura con colaboradores.

*Periodista cultural. Diplomado en Administración de las artes. Diplomado en Desarrollo y Gestión cultural. Este y los textos anteriores en: achtli05.blogspot.com; Pueblahoy.net; criticarte.com; razonesdeser.com; revista Culturista; Fanzine 3D2.