domingo, diciembre 14, 2008

Exclusiva con Dolores Castro, poeta

El puente entre la realidad y los sueños es la poesía: Dolores Castro
Joaquín Ríos Martínez



Las terceras Jornadas Internacionales de Poesía Latinoamericana que se están celebrando en Puebla, rinden homenaje a la poeta mexicana Dolores Castro (Aguascalientes, 1923) por su amplia trayectoria dentro del mundo de las letras y la promoción cultural, a quien también se le entregó la Cédula Real por parte del ayuntamiento angelopolitano.
En este contexto se realizó una plática exclusiva con la maestra, conocida también como la heroína de mil batallas, integrante de la generación de los 50, donde compartió con Rosario Castellanos (Comitán, 1925), Enriqueta Ochoa, Concha Urquiza, Margarita Michelena y Margarita Paz Paredes.
Yo creo –responde Dolores Castro- que sí hubo en nuestro tiempo una generación que fue punta de lanza en lo referente a instaurar una literatura femenina, sin lamentos románticos, y que no era tampoco literatura de fin de semana. Éramos mujeres dispuestas a estudiar profesionalmente (en su caso Derecho), y a buscar respuestas a las preguntas fundamentales, no femeninas, sino del mundo. Cumplíamos una vocación.
Mi escritura –asegura la poeta- no es un trabajo de género, es una forma de expresión, y la válvula de escape a nuestra educación.
“Al parecer el primer reto que se propuso Dolores Castro fue certificar, a través del verso, la intensidad de aquellos momentos en que el contacto con cosas mínimas despierta el asombro, y dar fe de ello, pero con la conciencia plena de que tales emociones no se transmiten a través del lenguaje, sino a pesar de él”, mencionó Manuel Andrade, uno de sus prologadores.
Cuando yo entré a estudiar a la Escuela de Leyes resentí mucho esa presión que había en contra de las mujeres que queríamos hacer cosas que no eran las “propias de nuestro género”, cuando las pocas mujeres entrábamos la salón de clases los hombres se ponían a aullar, y eso a mí me daba miedo, porque era un rechazo, y lo tuve que vencer, reveló. Tuvimos muchos problemas para iniciar a escribir y para publicar, nos compartió una de las fundadoras de Radio UNAM.
En ese mundo tan difícil además cumplimos como mujeres, como esposas, como madres, en el hogar; además de buscar el tiempo para poder escribir. Yo afortunadamente –dijo- me case con un poeta y periodista, Javier Peñaloza, de aquel viejo Excelsior que aún tenía voz y voto entre la sociedad y la política.
Además –mencionó entre risas- cuando una tiene una verdadera vocación se le puede caer la casa encima y seguir adelante. Yo creo –explicó desde sus gafas de alta gradación- que la grandeza está en lo máximo pero también se le encuentra en lo mínimo, sólo que nuestro sentidos son muy imperfectos y nos impiden sentir y ver todo con claridad. La poesía en su circunstancia histórica se vuelve algo muy diferente después de las guerras de mediados del siglo XX.
La poesía es para mí -responde la escritora- un puente que se tiende entre la realidad y los sueños, en esa forma la poesía puede convertirse en algo elitista. Pero también existe la poesía conversacional muy vigente en toda América Latina, que ha servido muy bien a las demandas de necesidad de escribir, necesidad de superviviencia, y de justicia social.
La poesía es para mí una forma de estar en la vida, me da mayor sabor y colorido, se afinan los sentidos a fuerza de conocer nuestra realidad, la única que conocemos y que si no la apreciamos ahora, no lo haremos nunca.
En lo referente a los libros y los lectores, la maestra Dolores Castro opinó que muchos libros son muy caros, ¿cómo se piensa que la gente va a leer? De por sí hay muchos distractores como la televisión o el internet que hacen que las personas no se acerquen a los libros. Esto también es problema de la educación de este país.
Yo veo que la cultura en general decae, porque si bien se dice que una imagen vale más que mil palabras, hay que ver que imágenes y qué palabras nos están dando, agregó para finalizar. Sólo el cine tiene un lenguaje bien estructurado porque lo que es la televisión sólo busca atarantar,
Por el otro lado hay muchas ganas de escribir, muchísima necesidad de interpretar y ordenar el caos en el que se vive ahora, pero para erigir se necesita leer y allí esté el detalle.
Esta carrera es como una de relevos, nos dejan aquí y tenemos que correr hacia allá contra múltiples obstáculos, uno llega y es como se le da la oportunidad al siguiente relevo.


Entrevista exclusiva publicada en el diario Síntesis de Puebla. 17 de julio de 2008.