Editorial de Achtli Junio de 2006

En Puebla debemos estar muy atentos de lo que sucede con los probables cambios y reformas a la Constitución, enmateria de concurrencia en espacioscatálogados como patrimonio históricoycultural. Las primeras reformas aprobadas en el Senado de la República a los artículos 27, 73 fracción XXV y 124 de la citada Carta Magna el pasado 27 de abril, abren la posibilidad de una administra-ción de los bienes patrimoniales por par-te de las entidades estatales y municipa-les, restándole participación y poder de decisión al INAH y al poder federal. Esto es importante no por mantener un cinto centralista sino por los puntos de acuerdo globales en materia de preservación. En este sentido se despliega un cú-mulo de ideas a valorar. Primero la desa-parición paulatina del INAH como enti-dad rectora de las decisiones, segunda, la inminente posibilidad de que los go-biernos estatales y municipales utilicen anárquicamente los espacios en bene-ficio propio y de los intereses comercialesque suelen entremeterse en sus camas. Y tercero, lo van a disfrazar con el temade la industria turística y en un abrir y ce-rrar de ojos podrían pasar a manos parti-culares. ¿Recuerdan el tema de los Lava-deros de Almoloya y hoy el de Piedras Encimadas?