martes, mayo 30, 2006

Editorial mayo

Por primera vez y tras muchos años de silencio impotente, los millones de inmigrantes de todo el mundo radicados en los Estados Unidos de Norteamérica, -por supuesto contando a los mexica-nos- decidieron levantar la voz y dejar una huella histórica que afectó irremediable y susceptiblemente el orgullo y la economía mundial también radicada en el vecino país del norte.

Los gringos tratan de defenderse de algo que ya es inútil de atacar, la trans-culturalización que vive ese país es másque evidente: mexicanos por mayoría,chinos, polacos, judíos, rusos, alemanes, argentinos, cubanos, italianos y muchos más son pruebas vivientes de la huella de los modos y el idioma, de las creencias y las formas de organizarse, de la cosmogonía y la manera en que se crea el arte, se construye una realidad que marca el entorno y no al revés, el país ha perdido privacidad desde hace muchos años, pero se ha ganado la organización que requiere cualquier gran emporio. De todos modos en gran parte de esa tierra estábamos antes.