miércoles, marzo 25, 2009

La Verdadera Verdá


La Verdadera Verdá


El mejor secreto… o el Gabo a la Puebla


Joaquín Ríos Martínez*


El mejor secreto guardado en la Puebla de los ángeles es el del posible Doctorado Honoris Causa para Gabriel García Márquez por parte de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Nadie, pero lo que se dice nadie ha querido soltar prenda acerca de lo que parecería un hecho cuando se cumpla el primer aniversario del Complejo Cultural Universitario.

La personalidad y cercanía del Premio Nobel de literatura hace pensar que sólo dependería de su abultada agenda, para poder estar en la Puebla de los camotes de colores y las madrizas a la literatura. García Márquez, dicen los que lo conocen y hablan de ello, es un escritor humilde y dicharachero que no rehuye este tipo de reconocimientos, así como tampoco la charla intelectual.

Personas cercanas al ámbito del arte y la cultura de la propia universidad recuerdan que hace no mucho tiempo el escritor colombiano había aceptado pero que no encontraban fecha dentro de sus itinerarios internacionales. A lo mucho lo que alguno ha revelado es que el rumor ha vuelto a los corredores del Carolino con insistencia y escepticismo.

Hace unas semanas me tocó entrevistar, en esta ciudad invadida por la primavera y el calentamiento global, al también colombiano y escritor Marco Tulio Aguilera Garramuño quien me ilustraba recordando un texto que había publicado en 1974 donde escribió: “en este momento nos corresponde preguntarnos a los colombianos si el universo de Macondo es suficiente para llenar y agotar el ámbito literario de Colombia; si vamos a desechar el resto de la literatura hasta que venga otro iluminado, o si, conscientes de la responsabilidad, aceptamos que Gabo no ha marcado, como en otro tiempo lo hicieron Jorge Isaccs o José Eustasio Rivera, y que no sólo es natural sino licito y necesario que se estudie su obra, se asimile, y si es posible, se supere.

Y también debemos preguntarnos –continúa su texto- si el dogma impuesto por García Márquez con su correspondiente inquisición, beatería y chorro de babas, no requiere de la herejía, de una herejía a gritos si es necesario. La literatura colombiana sigue existiendo no sólo gracias, sino a pesar de García Márquez”.
Y en aras de conocer un poco más de la personalidad del brillante costeño, Aguilera Garramuño se desprende de un: “García Márquez no es ni pedante ni vanidoso, aunque está más cerca de la pedantería que de la vanidad. Nunca –hasta donde lo he podido escuchar- cede en una discusión. Parece que ha hallado la verdad y la razón. Gabo cree en si mismo sobre todas las cosas.”

Con todo y la aversión que siente el colombiano menor por el escritor mayor Aguilera Garramuño buscó a su paradigma para pedirle ayuda cuando querían aplicarle el 33 por pornógrafo y echarlo de México. “Mejor –dijo GGM- así te mandan a Colombia gratis, jajajaja. Mira, déjame ese asunto a mí. Pero tú tienes que comprometerte a estarte quieto. No protestes, no des declaraciones”. Así los perros rabiosos de la intolerancia quedaron quietos.

Casualmente, allá por 1994 el colombiano indecente yo publicábamos en el suplemento cultural Sábado de Uno más Uno, él sus texto cochinos y yo mis fotografías artísticas de encueradas. Suplemento que si no fuera dirigido por el valeroso Huberto Bátiz hubiera sido censurado antes. Recuerdo que a Garramuño le gustaba fotografiarse en pelotas con sus botas vaqueras lustradas.

Sea como sea, con o sin el amor-odio que le profesa MTAG a GGM, el reconocimiento en la Puebla literaria pero analfabeta, será un motivo de orgullo para todos los que estamos aquí.



*Periodista cultural. Diplomado en Administración de las Artes. Diplomado en Gestión Cultural. Este y los textos anteriores en: achtli05.blogspot.com; criticarte.com; Pueblahoy.net; razondeser.com y en la revista Culturista.