La Verdadera Verdá (opinión)

La Verdadera Verdá

Los privilegios… o

el Big Brother en casa

Joaquín Ríos Martínez*

Muchos podrán decir que la virgen me habla, pero no, en realidad quien me sigue hablando es mi madre muerta hace seis años, y me recuerda que la ingenuidad que obtuve por residencia provinciana me va a matar algún día.

La promoción cultural sigue con o sin Influenza, con o sin actividades del gremio artístico, ya que la cultura es la manera en que los miembros de una determinada sociedad reinterpretamos la realidad y damos respuesta a las problemáticas básicas o complicadas, como también lo expresó el madrileño Ortega y Gasset. Los seres humanos respondemos en conjunto a las problemáticas “importantes” de la vida, a las materiales o inmateriales, y los promotores y creadores lo complicamos más con nuestras propuestas ideológicas, filosóficas y artísticas.

Estos tiempos de virus biológicos y cibernéticos han dado pie a la especulación sana y a la ociosidad mundana. Sin exposiciones que apreciar, ni conciertos que degustar, nada de cine o teatro, danza o performance, la opción ha sido la lectura o la plática, tan desplazada por la modernidad sin propuesta educativa ni lejanía en el horizonte.

La conversación lleva a la pregunta y la pregunta a la especulación, la respuesta a la duda y ella a la desconfianza ¿La Influenza es una experimentación, una arma biológica, una enfermedad mutante producto de la promiscuidad social, un error de los científicos al estilo película gringa, o el simulacro de lo que vendrá por ser aliado de los países del norte?

Las respuestas del hombre común
El hombre se responde a estas dudas como puede, pero además continúa con su cotidiano, llenando sus espacios espirituales y profundas necesidades de amor, religión, sexo, solidaridad e identidad en su grupo ¿Cómo entender lo que pasa hoy si no entendemos el mundo en el que estamos parados? ¿Cómo y con qué guía retomamos nuestros símbolos y los signos de la cultura propia si no podemos confiar en nuestros gobernantes?

El Estado nos pide, como medidas precautorias que ya no saludemos de mano, de beso, que guardemos la distancia a dos metros ¿Cómo rompemos de la noche a la mañana nuestros códigos de identidad, nuestras costumbres populares, dónde ponemos nuestra cultura heredada.

¿Por qué el Estado no ofrece, en todo caso, la guía hacia una educación de valores responsables donde la sanidad y la escolaridad sean lo que identifique a este país? ¿Por qué alertarnos manipulando la fe en nosotros mismos? Acaso hoy el Estado nos pide que olvidemos nuestro patrimonio intangible para tapar sus olvidos y la corrupción centenaria.

“Somos seres sociales” –como dice el promotor cultural Guillermo Marín-, y como tales requerimos de la convivencia, de la puesta en práctica de los saberes y conocencias diarias, requerimos del estímulo que la confrontación de ideas provoca, de la asistencia a espectáculos donde la sorpresa es el arte y la vida es la propuesta.

“La sociedad necesita de líderes culturales que puedan canalizar y potenciar toda la energía espiritual y la sabiduría que poseen los pueblos”. La Verdadera Verdá ha escrito en reiteradas ocasiones que debemos estar atentos a los acontecimientos, aprender a ver, a observar, a leer entre líneas y a responder, a expresar ideas y razonar propuestas. Es el momento de mostrarnos como seres pensantes, críticos y fraternales. Sigamos cercanos al arte y propiciando las manifestaciones de cada cultura.

P.D.
¿Cómo es que llegó a mi correo personal una invitación de la Presidencia de la república vía la Secretaría de gobernación federal para apuntarme en una lista para poder pasar a mi centro de salud a recibir la vacuna contra este virus desconocido, en cuanto esté lista. ¿Es un privilegio que me da el ser un columnista ampliamente difundido o, el descarado aviso de que el Big Brother está en nuestras máquinas, en nuestras casas? ¿A ustedes les llegó?

*Periodista cultural. Diplomado en Administración de las Artes. Diplomado en Gestión Cultural. Este y los textos anteriores en: achtli05.blogspot.com; criticarte.com; Pueblahoy.net; y en la revista Culturista.