martes, enero 02, 2007

122607

La Verdadera Verdá
Crónica de una muerte… o el CONACULTA herido
Joaquín Ríos Martínez*

Las primeras declaraciones balbuceantes del titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) Sergio Vela, hablan de su nulo conocimiento de la gestión en la administración de las artes y de que cualquier “iniciativa” que pretenda, tendrá que ser totalmente avalada por la derecha presidencial.
Ser el vínculo entre la sociedad, los artistas y las instituciones no es nada nuevo ni propositivo, tampoco lo es el declarar que CONACULTA ahora sí intentará gastar el dinero asignado de manera correcta, oficialmente 664 millones de pesos (¿quiere decir que Bermúdez no lo hizo?), además de que se hará un esfuerzo por ampliar el margen de participación social.
Estos tres puntos mencionados en una entrevista con medios de comunicación, señala la total ignorancia de Vela hacia las funciones con que el Consejo Nacional nació. Digo yo, cuáles más podrían ser los objetivos generales de una mega institución gubernamental, ¿a dónde se dirigiría?
En su brillante rueda de prensa también indica que deberán estar incluidas, en todas las acciones, las entidades federativas y el sector privado. Vaya genialidad. Aún así no pudo esgrimir lo que será la política cultural del yunquista Calderón, ya que hasta marzo puedrá “estar en condiciones de adelantar lo que serán las actividades del sector”. La Verdadera Verdá se enteró sin embargo, que los dineros y su creatividad irán a los festejos del segundo centenario de la revolución, y a la conmemoración de la independencia. Ojalá y el director de ópera haga algo antes de 4 años. CONACULTA esta herida de muerte desde hace años.
Discurso oficial
La iniciativa privada, incluida en sus grandes esmeros sexenales, de todos modos seguirá trabajando de forma aislada. La aprobación por unanimidad en la Cámara de Diputados del Distrito Federal, de los 4 mil millones extras al presupuesto original de 5 mil 605 millones, nunca aterrizarán en los proyectos privados de Puebla, aún y que de los cuales 3 mil millones serán según ellos, para la “provincia”, ¿los veremos llegar?
Desde hace años, en el discurso oficial de Puebla se ha dicho que los objetivos de apoyo del Programa de Acción Cultural son: “coordinar acciones con dependencias, instituciones y organismos del sector público y privado que participen de la acción cultural; optimizar recursos humanos, materiales y financieros mediante la suma de esfuerzos con sectores de la sociedad, o, entre otros, propiciar una mejor y mayor participación social en la acción cultural, mediante la organización comunitaria.
¿Esto se ha hecho en Puebla?, ¿se ha apoyado a espacios culturales independientes; se les ha integrado al desarrollo para que no desaparezcan; para elevar la calidad de sus promotores; de sus talleristas; de sus producciones? Las autoridades no pueden olvidar que ese dinero que administran es producto del impuesto que se retiene obligadamente, y que deben regresarnos transformado en un bien social. Que mejor que en apoyos a bienes artísticos que atienden a sus comunidades, colonias o barrios.
Espacios independientes
Los espacios privados han campeado desde siempre en Puebla y desde hace algunos años las iniciativas intentan conjuntarse para llevar a cabo proyectos cada vez más profesionales, que hagan contrapeso a la indiferencia estatal. Algunos han podido sobrevivir gracias a su empeño y calidad, otros han desaparecido sin el menor remordimiento de la elite.
Sobreviven una etapa más, espacios con vocación multidisciplinaría como: La Cloaca (teatro, video, manifestaciones alternativas); Centro Cultural Creciente (música, exposiciones, literatura); El Breve Espacio (música, literatura); Metzcalli CuestiónArte (talleres, exposiciones, video y sala de lectura). Y otros que dedican su esfuerzo a una manifestación particular, mayoritariamente al teatro.
Desgraciadamente este año desaparecieron lugares arraigados como Macondo video, con su incansable dueña, mi entrañable amiga Lilí López Casanova, u otros de reciente apertura como Planta Alta de la poeta Gaby Puente y la galería la Luna Peluda (aunque mantiene su local se encuentra cerrada).
Comienza un nuevo año que incluye esperanzas; viene un nuevo sexenio presidencial. En Puebla cambiarán los 217 presidentes municipales, además de nuestro obeso y convenenciero Congreso, es la coyuntura que necesitábamos para dejar de estar agachados y exigir que el país avance. Necesitamos diputados que se comprometan con el arte y con una política cultual que estimule la creatividad aunque nos abofeteen con esos aumentos al salario tan humillantes.
El Estado nos mantiene ignorantes y en silencio para su propio beneficio, no necesitan de millones de ciudadanos informados ni críticos. ¿Queremos cambiar? Para ello la educación, la cultura, la creación artística y la dinámica social tienen que unir esfuerzos para recordarnos que estamos hasta la madre de la imposición y del desprecio.

*Diplomado en Administración de las Artes y en Gestión Cultural.
Comentarios a:
cuestionarte@hotmail.com; http://artemetzcalli.blogspot.com/
Este y los textos anteriores en:
http://achtli05.blogspot.com; www.criticarte.com
O en Culturista, revista de cultura y turismo de la región.