lunes, noviembre 20, 2006

CuestiónArte

Gráfica: Arte en transformación
Joaquín Ríos Martínez*

Múltiples trabajos de diferentes técnicas son etiquetados dentro de un mismo nombre llamado gráfica. Sin embargo dentro de la amplia gama que hay en esta manifestación existe el relieve, el hueco (grabado calcográfico), el planográfico como lo es la litografía, el llamado esténcil (serigrafía) y más recientemente se ha incluido a la fotografía dentro del mundo de la gráfica para cobijarse ambas en un mismo museo o galería.
El San Pedro Museo de Arte inauguró una muestra de arte gráfico donado por la compañía Smurfit Kappa cartón y papel de México a la Secretaría de cultura, integrada por poco más de setenta piezas que conforman parte de la colección Artes gráficas Panamericanas (AGPA).
Participantes
Con obra de Ismael Guajardo, Carlos Mérida, Carlos Cuellar, Roberto Donis, Carlos Luna, Leonora Carrington, Pedro Freideberg, Remigio Valdés de Hoyos, Fernando García Ponce, Magali Lara, Patricia Cajiga, Gabriel Macotela, Carlos García Estrada, Alberto Gironella, Raymundo Sesma, Elena Climent, Carlos Nakatani.
Y de Luis Nishizawa, Juan García Ocejo, Carmen Parra, Arnold Belkin, Héctor Xavier, Ángela Gurría, Joy Lavilla e Irma Palacios, esta representada la iniciativa del consorcio papelero que entre 1971 y 2002, encargaba a artistas de renombre trabajos especialmente para la colección y para ser difundidos en varios países de mundo.
Esta exposición un tanto didáctica da a conocer los procesos de creación de las distintas técnicas y la importancia de ellas como medio de expresión artístico, continuando con la tradición mexicana del grabado difusor de ideologías.
Selección
El criterio de selección aplicado para conformar la exposición –menciona la introducción del catálogo escrito por César Gordillo- se centró en las personalidades de renombre, por lo que a la fecha esta colección es un referente de estudiosos e investigadores del arte gráfico de Latinoamérica durante las últimas tres décadas del siglo XX.
Una muestra tan heterogénea en estética y propuestas, en técnicas y dimensiones sólo puede mostrar la gran diversidad de posturas y soluciones que a través del arte de le pueden dar a las ideas y a la expresión simbólica.
Las lecturas pueden ir del impresionismo al abstracto o del simbolismo al expresionismo, aunque al parecer hay más obra entre el abstracto y el figurativo. De lo colorido al monocromo y del naiff al realismo.
La sala en donde se encuentra esta colección es muy especial, está diseñada para arropar la obra de manera cautelosa aunque su color sea encendido, las paredes cálidas superpuestas vibran y le dan emoción al grabado. Una larga galería tropezada con vitrinas donde se muestran utensilios para el mejor entendimiento del proceso creativo.
Educación y arte
En todo momento se planeó la exposición como una actividad educativa en donde el espectador puede interactuar con las herramientas: placas, rodillos, láminas, puntas, tintas y papel. Este evento interactivo propicia una experiencia estética y creativa, una motivación a la exploración y al cuestionarte.
La museografía en dicha selección está marcada por la uniformidad en el montaje haciendo coincidir el tamaño en muchas de ellas, fragmentadas por las técnicas.
En 1796 es inventada la litografía en Alemania, técnica plana de impresión que utiliza el mármol como sustento y alguna otra piedra rica en carbonato de calcio. El trazo se hace de forma directa.
La gráfica muestra
En esta exposición se reconocen las litografías de Leonora Carrington, Las madres del desierto (48x60 cms. 1974), Petrolífero de Carlos Nakatani (58x42 cms. 1982) o La Reina de los yugos, de Alberto Gironella (73x53 cms. 1976) con su extraordinaria influencia de Clima.
Todos los trabajo merecen una mención especial pero, la mitografía de Rufino Tamayo: El hombre (80x60 cms. 1980) destaca por la pulcritud de ejecución y sencillez de trazo.
La imagen representa a un hombre fornido que con el corazón lucha por salir airoso de su experiencia vital. La mano izquierda –mirándolo de frente- va cerrada con fuerza hacia el centro de su pecho, mientras que la derecha brazo pináculo se eleva por su cabeza y rompe la composición. La tierra y la luna son testigos desde su lejanía. Imagen símbolos que recrean las fijaciones de un Rufino Tamayo experimentado y poseído por la síntesis del discurso visual.
La perspectiva y los detalles no son retocados por las sombras, de hecho casi no las hay, el trabajo está intuido estrictamente por líneas curvas cortas y seguras. Trazos fuertes y calculados.

Gráfica, arte en transformación. Estará montada en el San Pedro Museo de Arte (4 norte 4) hasta enero de 2007. Martes a domingo de 10 a 17 horas. Boletos en taquilla.


*Diplomado en Administración de las artes y en Gestión cultural. cuestionarte@hotmail.com http://artemetzcalli.blogspot.com