martes, junio 02, 2009

Editorial Culturista (opinión)

Acerca de la radiodifusión

por: Luis Manuel Cabrera*

Seguramente lo ha notado. Una gran partida de los presupuestos gubernamentales es empleada en difundir que se está trabajando a favor de los ciudadanos. Mi pregunta es la siguiente: ¿no es para eso que a los burócratas se les puso en los puestos que ocupan? Gastar en anunciar que se hace aquello para lo que fueron contratados raya en la redundancia.
Los civiles nos damos cuenta de cuando se trabaja o no, no es necesaria una aglomeración de los medios para difundirlo. Mi comentario va orientado a decir que esos recursos de autopromoción pudieran muy bien emplearse en beneficiar a la población que requiere de difusión de su trabajo.


Me refiero en el caso específico a los esfuerzos de los artistas independientes, esos trabajos que existen y cuya mayor dificultad es el hacerlos del conocimiento del público objetivo. Se gastan millones en decir que un gobernador trabaja cuando para eso es que fue elegido en ese puesto. Sin embargo, en lo que compete a la difusión del trabajo de quienes se esfuerzan en realizarlo con sus propios recursos y no los de la población, el camino sigue siendo tortuoso.


La sugerencia es que pueda apoyarse de esta forma a los creativos especificando que dicha difusión se hace con los recursos públicos. Ésta sería una forma real de apoyar a la población y de que la administración de la recaudación fiscal sea en beneficio de quienes contribuyen a engrosarla. Es decir, esta página no está en contra de la autopromoción, sino de que la misma se haga de forma democrática.

Tenga la seguridad que esos spots de radio que cada cinco minutos anuncian que el gobierno trabaja, beneficiarían más si hablaran de diversos trabajadores de nuestra sociedad y no resultarían un hartazgo, para quienes suelen escuchar los medios de radiodifusión. Incluso es probable que el número de oyentes aumentaría y con ello las mismas estaciones se beneficiarían.

En conclusión, habría ganancias para todos. Esta propuesta queda a quien quiera escucharla... son tiempos electorales y quién sabe, quizá algún candidato visionario pueda vislumbrar las posibilidades triunfales de ésta. Como siempre, es cuestión de desear y esperar....

*Director del Centro Cultural ACD